La Inmaculada Concepción / Fragmento de carta
1662 - 1664. Pluma, Preparado a lápiz, Tinta ferrogálica sobre papel verjurado, 194 x 130 mmNo expuesto
Esta Inmaculada no se relaciona con ninguno de los lienzos conocidos de Murillo, por lo que es posible que se trate de un estudio en el que el artista tantea las posibilidades de una nueva tipología en la posición de la Virgen. Esta clase de esbozos se caracterizan por el uso de la pluma para realizar trazos muy rápidos y sumarios, apenas los necesarios para configurar el contorno y en algunas partes, como las manos, para sugerir la postura sin llegar a trazarlas nítidamente. Son también muy representativos sus rápidos trazos en zigzag, que construyen las formas y confieren volumen a los drapeados. Murillo aprovechó el dorso en blanco de una carta que le remitió Zurbarán desde Madrid, ya que la reutilización del papel fue una práctica frecuente en el siglo XVII en aquellos dibujos que constituyen tanteos rápidos de figuras (Texto extractado de J. M. Matilla en cat. exp. Cuarenta años de amistad. Donaciones de la Fundación de Amigos del Museo del Prado, 2021, p. 42)