La resurrección de Lázaro
1855. Óleo sobre lienzo, 125 x 167 cmDepósito en otra institución
La obra representa el momento en el que Lázaro, cubierto por el sudario, aparece ante los ojos de Jesucristo, Marta y María y un grupo de curiosos. La composición es academicista y teatral. El eje principal de la composición lo forma Jesucristo en el centro, el resto de personajes se distribuyen a ambos lados de su figura. A la derecha, dos hombres fornidos mantienen la losa inclinada dando paso a la figura de Lázaro que resalta por el blanco intenso del sudario, así como por la cara, que posee un tono marfileño, cadavérico. En el lado izquierdo las hermanas de Lázaro, una de pie y otra arrodillada y cuatro figuras masculinas. Todos ellos mantienen unas posturas que indican sorpresa pero que resultan muy teatrales, como si fuera una escenografía. Al fondo, montes y algunos árboles resuelven el paisaje con poca convicción. Los personajes aquí representados producen con sus brazos y manos violentos escorzos que forman unos volúmenes totalmente escultóricos. Los rostros están perfectamente dibujados en las figuras principales como, Jesucristo, Lázaro y las hermanas y, por el contrario, los demás aparecen sin dibujar, abocetados, hasta el punto de parecer máscaras.
Obtuvo medalla de tercera clase en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1856.
(Texto extractado de Saenz Ostiategui, M. E.: La Pintura del Siglo XIX en el Museo de La Rioja, Gobierno de La Rioja, Instituto de Estudios Riojanos, 1988, pp. 24-25)