Montañas (Aragón)
Hacia 1872. Óleo sobre papel pegado en lienzo, 29,5 x 45 cmNo expuesto
A la izquierda, la ladera del macizo baja hasta la amplia explanada en la que confluye la otra vertiente de la serranía. Entre las nubes amarillentas de un cielo borrascoso, un rompimiento de luz ilumina las zonas lejanas encubiertas por la sombría mole rocosa en la que se advierten las tintas naranjas y sepias de las zonas arcillosas y los grises calizos de la estructura pétrea que conforman la geología de las tierras de Aragón. Cabe suponer, por la morfología montañosa y por el cromatismo rocoso que se advierte, que estemos ante otro paisaje tomado en las estribaciones del cañón del río Mesa cuando ya se abre a la planicie que culmina la estructura rocosa de la sierra de Solorio. Destaca en este estudio la rotundidad y estabilidad de las moles del macizo frente a la inestabilidad de los efectos cambiantes y fugaces atmosféricos que Haes gustaba de plasmar con magistral destreza, ya comentada desde fechas tempranas, por la crítica, quien elogió con asiduidad este especial y peculiar don del maestro (Texto extractado de: Gutiérrez Márquez, A.; Carlos de Haes en el Museo del Prado 1826-1898, Madrid: Museo Nacional del Prado, 2002, p. 80).