Náufragos
1896. Óleo sobre lienzo, 183 x 254 cm. Depósito en otra instituciónRealizada durante su estancia en Roma como pensionado. Con esta pintura cumplirá el primer envió como obligación por su condición de beneficiario de la pensión en la Real Academia de España en Roma. En 1897 concurre con este lienzo para la Exposición de Bellas Artes de Madrid, obteniendo Medalla de 2a clase.
En la obra se representan los cadáveres de dos náufragos, el más joven con el pecho al descubierto. Ambos yacen entre las redes y aparejos que se esparcen por el fondo de una barca guiada por un marinero en medio del mar. Para la realización de esta pintura, Bárbara realizó varias excursiones a los pueblos de la costa, vecinos a Roma. La pintura fue muy alabada por la crítica de su tiempo, donde reparaban en la expresión del marinero que ha sobrevivido a la tragedia y reflexiona con seriedad sobre lo sucedido. El carácter por ello es de fuerte acento dramático. Como técnica el dibujo es correcto y hay una fuerte evidencia de estudio del natural. La obra se encuadra dentro de la temática del realismo social a la moda y escapa por completo a lo que se espera del primer envío de un pensionado. Estas serían las razones por las que pasara por ser una obra madura y merecedora de medalla. Aún así, esta aparente novedad temática no va acompañada de la soltura pictórica a la que el tema invita. Al contrario, el pintor se concentra en viejos problemas expresivos. El carácter académico se ve claramente en la entonación uniforme, que es más bien, apagada. Así mismo, las superficies, un tanto acartonadas, hacen de la pintura una creación discreta.
Reyero, Carlos, Roma y el ideal académico. La pintura en la Academia Española de Roma (1873-1903), Madrid, Comunidad de Madrid, 1992, p.158