Ofrenda de Constantino / Tres estudios para la figura de un joven
1588 - 1589. Aguada, Pluma, Preparado a lápiz, Tinta parda sobre papel amarillento, 132 x 255 mmNo expuesto
Como apuntaba correctamente Zuccari, éste es un estudio para el fresco de Nebbia de la Ofrenda de Constantino pintado en el primer piso de la Loggia delle Benedizioni, S. Giovanni en Laterano, Roma, hacia 1590 (Madonna, 1993, p. 124). Nebbia y su colaborador, Giovanni Guerra (1544-1618), organizaron la decoración de la Loggia en la que colaboraron numerosos pintores. Los pagos a Nebbia y Guerra por estos frescos están registrados en 1588-89 (Gere y Pouncey, 1983, p. 132; R. Torchetti en Madonna, 1993, p. 122-125). Se conocen cuatro dibujos más de Nebbia para la Loggia que se encuentran en: Pierpont Morgan Library, Nueva York; Louvre; Museu de Arte Antiga, Lisboa (Cambridge, Lisboa y otros, 2000-01, p. 297, núm. 69), y en una colección particular de Londres, además de un estudio para una alegoría femenina de Guerra, actualmente en el Kupferstichkabinet, Staatliche Museen, Berlín (Eitel-Porter, 1997, capítulo VIII. 3).
El emperador romano Constantino el Grande (ca. 280-337) se convirtió al cristianismo la víspera de la batalla del Puente Milviano, en 312, en la que derrotó al emperador Majencio. Según la tradición, uno de los primeros decretos de Constantino cuando fue coronado Emperador fue donar las tierras de Italia central, incluyendo Roma, al papa Silvestre (314-335) y darle primacía sobre otros obispos. En el dibujo se ve a Constantino, ante un altar, leyendo el acta de donación. Sentado en el trono, a la izquierda del altar, aparece Silvestre con las manos unidas en plegaria. La conmemoración de la donación de Constantino en la basílica de S. Giovanni in Laterano -catedral de Roma- debió de tener un significado especial, porque está edificada en el terreno que el emperador dio a la Iglesia católica con este fin. La propiedad lateranense no solo comprendía la antigua guarnición de los equites singulares, sobre la cual está construida, sino también mucho terreno alrededor.
Al dorso hay tres estudios del joven que en el cuadro aparece de espaldas, introduciéndose en el espacio pictórico para observar al emperador. La función primordial de esta figura es dirigir la vista del espectador hacia el núcleo central de la composición a través de la línea de su espalda, pero al mismo tiempo constituye una distracción, en cierto sentido irreverente. Parece que al artista le costó decidir su tamaño y posición, no atreviéndose a pintarla de forma demasiado prominente en una composición de tal importancia.
Nebbia aportaba incansablemente invenciones pictóricas en un momento de vertiginoso aumento de la demanda de decoraciones interiores que fueran merecedoras de los magníficos exteriores de los numerosos edificios que se estaban construyendo en Roma. A finales del siglo XVI, bajo los auspicios de papas como Gregorio XIII (1572-85) y Sixto V (1585-90), y gracias al nuevo clima espiritual llegado con la Contrarreforma, la Ciudad Santa se extendía rápidamente siguiendo los nuevos y revolucionarios principios de diseño urbano. Nebbia fue uno de los numerosos artistas que se vio beneficiado por este arranque de patrocinio artístico. Su obra pictórica se enmarca en el patrón de los Zuccaro, aunque resulta menos exuberante que la de Giovanni de´ Vecchi, procedente de dicho círculo pero que no disfrutaba del mismo grado de favor oficial. Su estilo como dibujante está también en la misma línea que el de los Zuccaro, pero es más metódico y rutinario (Texto extractado de Turner, N.: Dibujos italianos del siglo XVI, Museo Nacional del Prado, 2004, p. 126).