Retrato femenino
Hacia 1680. Óleo sobre lámina de cobre. No expuestoRetrato pintado según la tradición velazqueña, pero en el que se aprecia el paso hacia la ostentación del Barroco, en la línea del retrato cortesano de Anton van Dyck (1599-1641), visible en las obras de escuela madrileña del último tercio del siglo XVII. Así, a diferencia de los pequeños retratos de periodos anteriores, en este, el personaje no se recorta sobre el habitual fondo neutro, pues un cortinaje rojo, en el lado derecho, sugiere un espacio cerrado y lujoso. El traje escotado, rematado con amplio encaje, y el cabello en crenchas que cae sobre los hombros y el pecho ayudan a datar la pintura hacia 1680. Si el personaje representado fuera María Luisa de Orléans (1662-1689), reina consorte de España por su matrimonio con Carlos II en 1679, con la que guarda un cierto parecido, probablemente sería uno de los numerosos "retraticos" que debieron pintarse con motivo de sus esponsales con el rey. Podría atribuirse al veneciano Francesco Leonardoni (1654-1711) o al flamenco Jan van Kessel el Joven (1654-1708), que se estableció en Madrid en 1679 y fue pintor de la reina María Luisa de Orléans, después de Mariana de Neoburgo y, por tanto, de toda la nobleza madrileña. Leonardoni llegó a la corte hacia 1680 y, según Palomino, pintó pequeños retratos de "singularísimo primor, de los cuales yo vi algunos, superior cosa, especialmente de Sus Majestades", opinión ratificada por Ceán Bermúdez al afirmar que se distinguió "en los retratos y más en los pequeños, que concluía mucho, y esto contribuyó demasiado a su fama en la corte" (Texto extractado de Espinosa, Carmen: Las miniaturas en el Museo Nacional del Prado. Catálogo razonado, Madrid, Museo del Prado, 2011).