Copa avenerada de jaspe con caracol en la tapa
1662 - 1675. Aguamarina, Amatista, Circón, Esmeralda, Oro, Plata dorada, Rubí, Topacio, Turquesa, Zafiro, Jaspe agatizado, Berilo blanco, 23,4 x 19,7 cm. Sala 079BEl vaso está compuesto por cinco partes de jaspe multicolor posiblemente de Bohemia, y cinco guarniciones de plata dorada, oro esmaltado y piedras preciosas. El cuerpo está constituido por una venera honda, labrada con gallones y una tapa plana también gallonada, decorada con una guarnición con sobrepuestos de ramos esmaltados de flores polícromas, enriquecidos con rubíes y esmeraldas. Similares guarniciones, aunque más estrechas, de nudo decorado con ovas prolongadas rodean el vástago. El pie es otra venera invertida, con guarnición ancha como la del labio, decorada con turquesas, amatistas, zafiros y topacios.
Inspirada en modelos del taller de los Miseroni, se conservan piezas similares, consideradas de factura alemana, aunque sin tapa, en el Museo degli Argenti en Florencia, en el castillo de Rosenborg en Dinamarca, en la Bóveda verde de Dresde, en el Museo del Louvre y en el de Historia Natural en París. La montura se inspira en grabados franceses, especialmente en las series de François Le Febvre (act. 1635-57) editadas en 1635 y 1657 y en los grabados de Jacques Vauquer (1621-86) entre 1631 y 1686. Las figuras son coetáneas a la realización de la pieza, puesto que el esmaltado del caracol es el mismo que se empleó en las flores y la concha de jaspe, perteneciente a la misma veta que el vaso, lo que indica que fue concebida la copa con la tapa y las correspondientes figuras. Las guarniciones son muy similares a las de otra pieza del Tesoro de procedencia alemana, como la O119.
El inventario de Versalles de 1689 señala que tuvo cuarenta y una piedras decorando sus guarniciones. En 1839 quedaban treinta y dos y en la actualidad solo treinta. La pieza estaba rematada con una figura esmaltada de Neptuno cabalgando sobre un delfín que guiaba al caracol, tal como se aprecia en las fotografías anteriores a 1918, fecha en que fue robada, al igual que buena parte de las guarniciones, como muestra, Juan Laurent y Minier, Grand vase en jaspe fleuri, montures d’or émail et pierres précieuses, règne de Louis XIII, hacia 1879. Museo del Prado, HF0835/22 (Arbeteta tiene presentado un texto sobre la revisión de la catalogación para su publicación).
El Tesoro del Delfín es un conjunto de vasos preciosos que, procedentes de la riquísima colección de Luis, gran Delfín de Francia, vinieron a España como herencia de su hijo Felipe V, primer rey de la rama borbónica española. Luis de Francia (1661-1711), hijo de Luis XIV y María Teresa de Austria, comenzó su colección tempranamente influenciado por su padre; la adquisición de obras se producía por diversas vías, desde regalos hasta su compra en subastas y almonedas. Al morir el Delfín, Felipe V (1683-1746) recibe en herencia un conjunto de vasos con sus respectivos estuches, que fueron enviados a España. En 1716 estaban en el Alcázar de Madrid, guardados en sus cajas, desde donde se trasladaron, en fecha posterior, a La Granja de San Ildefonso, lugar donde se citan a la muerte de Felipe V, conservados en la llamada Casa de las Alhajas. En 1778 se depositaron, por real orden de Carlos III, en el Real Gabinete de Historia Natural y continuaron en la institución hasta el saqueo de las tropas francesas en 1813. La devolución de las piezas se produjo dos años más tarde y con algunas pérdidas. Fue en 1839 cuando la colección llega al Real Museo, donde sufrió en 1918 un robo. Con ocasión de la Guerra Civil española fueron enviadas a Suiza regresando en 1939, con la pérdida de un vaso, desde entonces se encuentran expuestas en el edificio Villanueva.