Si hay algo que verdaderamente nos vincula como humanidad es la capacidad de empatizar con otras personas a través de la emoción. Este itinerario es un espejo que nos conecta con el orgullo, la dignidad, el miedo, la compasión, la ira, el dolor desgarrador o el deseo ardiente de otros, en otro tiempo y otro espacio, vulnerables y humanos, como nosotros.
La propuesta invita a ponerse en la piel del otro y encontrarse con esas emociones comunes que subyacen en todos, pese a la diversidad de nuestras vidas y experiencias.