(Roma, h. 1575-1616). Pintor y grabador italiano. Un primer viaje a Sicilia nos ha dejado el trabajo más temprano que conocemos: San Gregorio en su estudio de Catania, fechado en 1593. Pero su formación se desarrolla fundamentalmente en Roma, donde se interesa tanto por los ejemplos de la Antigüedad clásica como por el naturalismo de Caravaggio. En 1598 ya se encuentra en España, y en 1601 está en Pamplona. En junio de 1603 aparece como uno de los firmantes de la petición para el establecimiento de una academia artística en Madrid. Probablemente a esta primera etapa española corresponden tres de las obras del Prado: Cristo crucificado, San Francisco recibiendo los estigmas y San Cristóbal. Entre 1603 y 1604 se encuentra de nuevo en Italia, pero en 1605 vuelve a España, donde permanece hasta 1607, año de su definitivo regreso a Roma, donde ya se quedará hasta su muerte. Sus estancias en España le proporcionaron una clientela que le sigue demandando encargos incluso tras su regreso a Italia; de este modo se entienden las obras para el monasterio vallisoletano de Porta Coeli. En ellas, Borgianni lleva a cabo unos lienzos de clara ascendencia caravaggiesca, una influencia que se dejó sentir en el pintor romano especialmente a partir de 1604, y a pesar de las diferencias personales entre los dos artistas. En 1610 es nombrado miembro de la Academia de los Virtuosos del Panteón romano. Son cuatro los lienzos de Borgianni en los inventarios del Museo del Prado. Cristo crucificado proviene del Museo de la Trinidad, mientras que San Francisco recibiendo los estigmas y San Cristóbal son adquisiciones modernas, de 1984 y 1988, respectivamente. Más complicada es la atribución del Autorretrato que, procedente de las colecciones reales, ha suscitado controversias entre los expertos.