Adriano
Hacia 1570. Bronce, Mármol gris, 95 x 78 cmSala 027
La cabeza es de bronce; el torso está tallado en un bloque de mármol gris verdoso (bigio antico), en el que se figuran la coraza -con unas hombreras atípicas en las armaduras romanas antiguas-, el paludamento y la fíbula sobre el hombro derecho. La peana es de mármol blanco grisáceo. Pese a que Barrón, siguiendo la opinión de los inventarios del siglo XIX, identifica al personaje representado con Antonino Pío, no hay duda de que el escultor tomó como modelo algún retrato antiguo de Adriano (76-138 d. C.), interpretándolo con ciertas libertades. Éstas se aprecian sobre todo en la realización del cabello, que substituye la ordenación de bucles típica del refinado emperador por un complejo entramado de mechones en espiral, muy típico del arte renacentista (Texto extractado de Carrasco Ferrer, M. en: La púrpura del Imperio, Museo del Prado, 1999, p. 86).
Este busto, legado por el conde Ernst de Mansfeld, gobernador de los Países Bajos, a Felipe III, estuvo hasta 1608 en el castillo de La Fontaine, Luxemburgo. Actualmente existen cinco retratos de este tipo en bronce, atribuidos a Lombardo, que toma como modelo un busto original del emperador en los Museos Vaticanos.