Allá va cuarta estocada Por el Hércules Britano Al Padre de la Torada
Hacia 1814. Aguafuerte, Aguatinta, Aguada sobre papel verjurado, 415 x 275 mmNo expuesto
Asensio Juliá ha suscitado en los últimos años un gran interés debido a su relación con Goya, al que ayudó en la preparación de los frescos de San Antonio de Florida, y del que recibió una indudable influencia que posteriormente desarrolló en su propia obra. Su actividad como grabador está muy poco documentada, pues solamente se han catalogado dos obras firmadas por él, ésta y la G05849. Ambas eran conocidas a través de los ejemplares que estaban en la colección de Félix Boix y que en 1907 publicó someramente Narciso Sentenach. Esta estampa protagonizada por Lord Wellington formó parte de los fondos fundacionales del Museo Municipal de Madrid -hoy denominado Museo de Historia de Madrid-, mientras que a la del marqués de la Romana (G5849) se la perdió el rastro y solo se documenta por la fotografía que publicó en 1931 el propio Boix en un artículo en el que ya las estudió a fondo. Por tanto se trata de obras que, pese a su carácter múltiple, son de suma rareza y en el primero de los casos, la única que conocemos actualmente.
Técnicamente ambas obras son singulares en el grabado español de comienzos del siglo XIX por el uso combinado del aguafuerte y el aguatinta, pues el panorama estaba todavía dominado por el academicismo del grabado en talla dulce. En este contexto debemos señalar a los dos grabadores que indudablemente debieron influir en Juliá por su práctica de dicha técnica, Francisco de Goya y Fernando Brambila. Al primero le conoció en la época en que preparaba los Caprichos (1799), donde como es bien conocido se combinan ya ambas técnicas de forma magistral. Del segundo a buen seguro conoció la serie de las Ruinas de Zaragoza (1808 y 1812) que junto a Juan Gálvez como dibujante, grabó con gran pericia con esta combinación técnica. Bajo estos planteamientos técnicos y estéticos pueden entenderse las dos estampas de Juliá, en las que también es posible reconocer la influencia de otros modelos iconográficos.
En eta estampa, protagonizada por el duque de Wellington, el escenario es la arena de una plaza de toros, junto a la puerta de toriles y con una barrera al fondo. La iconografía de la estampa es singular por cuanto invierte a los protagonistas de muchas estampas satíricas elaboradas en Inglaterra, algunas de ellas incluso traducidas al español, en las que el toro era la alegoría de España. En esta caso Francia, o Napoleón, se representan a través de un ser monstruoso con cabeza de toro, alas y patas de águila, que va a ser estoqueado por Wellington, tocado con el característico shako o stovepipe británico, sujetando una muleta con los escudos de armas de España y Gran Bretaña, y a sus pies una banderilla y un tridente, símbolos de estas naciones que le infringirán la derrota. El título indica una cuarta estocada que dará Wellington a Napoleón, quizá en alusión a la conquista de Bayona (27 de abril de 1814) tras las tres derrotas anteriores de los franceses que figuran sobre el toril con las inscripciones: Destruccion de Masena (11 de octubre de 1810 en Torres Vedras), Derrota de Marmont (22 de julio de 1812 en la batalla de Arapiles) y Derrota del Tio Pepe en Vitoria (21 de junio de 1813). No se ha localizado el anuncio de venta de esta estampa, pero en función de las fechas anteriores mencionadas podría datarse en la segunda mitad de 1814 o 1815.
Es interesante mencionar que esta estampa aparece firmada como "Ascencio Já. Pintor", sin referencia alguna a su faceta de inventor, dibujante o grabador, y que remite directamente al modo de firmar Goya su serie de los Caprichos, donde por encima de todo se pone de manifiesto la superior consideración del oficio de pintor sobre los demás. En este sentido, esta estampa y la G5849 pueden ponerse en relación con pinturas de Juliá con las que tanto temática como formalmente guardan notable similitud: Oficial penetrando en un fuerte y El duelo, ambas en colecciones particulares, en las que sus protagonistas son también militares con la espada en mano. Asimismo un dibujo recientemente aparecido en el mercado (Subastas Alcalá, 4 y 5 de marzo de 2015, lote 564), con Fernando VII andando en la cuerda floja, y quizá preparatorio para una estampa, permite plantearse el interés de Juliá por elaborar series que satisficieran la demanda de obras en las que la actualidad política, con más o menos carácter propagandístico o satírico, estuviera presente (Texto extractado de Matilla, J. M: Memoria de Actividades 2016, Museo Nacional del Prado, 2017, pp. 32-36).