Autorretrato
1947. Témpera sobre lienzo sobre tabla, 48,4 x 40,1 cmSala 062A
Mariano Fortuny Madrazo (Granada, 1871-Venecia, 1949) se autorretrata en busto, de frente y hasta los hombros, a la edad de setenta y seis años. Aparece vestido con la bata que usaba habitualmente para trabajar, bajo la que asoma el cuello de la camisa. El artista, que hizo un análisis de las avejentadas facciones de su cara, presenta el pelo blanco todavía abundante y una poblada barba cana que oculta un rostro demacrado con profundas ojeras, pero de intensa mirada.
Este artista fue hijo del gran maestro Mariano Fortuny Marsal (Reus, 1838-Roma, 1874), quien contrajo matrimonio con Cecilia de Madrazo en 1867, por lo que Mariano Fortuny Madrazo desciende por línea materna de la familia más influyente en la pintura española del siglo XIX.
La obra, pintada con tonos ocres, rosáceos y blancos muy luminosos, se destaca sobre un fondo marrón poco uniforme, resaltando en el rostro la profunda mirada de color azul. En este cuadro Fortuny Madrazo utiliza una reducida gama cromática de las Témpera de su invención. En realidad eran colores al temple diluidos en agua con aglutinante y que se podían aplicar sobre lienzo, tabla o papel después de diferentes capas de preparación. El pintor elaboró estos pigmentos a través de informaciones facilitadas por artesanos del norte de Italia, manteniendo en secreto su composición durante años y comercializándolos al final de su vida agobiado por problemas económicos.
Este autorretrato se puede incluir dentro del estilo más característico del pintor en los últimos años de su vida (Texto extractado de Cuenca, M. L. en: Artistas pintados. Retratos de pintores y escultores del siglo XIX en el Museo del Prado, Museo del Prado, 1997, p. 192).