Conquista de México por Hernán Cortés (11, 12 y 13)
1698. Enconchado, Óleo sobre lienzo sobre tabla, tabla, 97 x 53 cm. Depósito en otra instituciónTabla perteneciente a la serie de veinticuatro enconchados de tema histórico que representan los momentos más significativos de la conquista de México por Hernán Cortés realizadas para Carlos II. Se basan en distintas crónicas españolas sobre La Conquista, entre ellas estas tres: la primera publicada en 1552 de López de Gómara Conquista de México, segunda parte de España Vicrix. Historia general de las Indias. La segunda de Bernal Díaz del Castillo Historia verdadera de la Conquista de la Nueva España publicada en 1632. Y la tercera de 1684 del cronista mayor de Indias Antonio de Solís, Historia de la Conquista de México, población y progresos de la América septentrional, conocida por el nombre se Nueva España. Todas las escenas representadas aparecen identificadas y ordenadas numéricamente por las cartelas en la parte superior central de cada una de las tablas, facilitando al máximo su puesta en relación con los hechos descritos en las crónicas y también el orden de colocación de las tablas. En esta tabla se representan tres escenas, en la parte superior tiene lugar el ofrecimiento por parte de los tlaxcaltecas de 10.000 hombres (según las fuentes Cortés aceptó 1.000). La escena de la parte central representa la batalla librada en la cuidad de Cholula; en primer término sus habitantes, ante la derrota, rinden obediencia a Cortés. La representación de esta última escena se divide en dos grupos, de la parte izquierda, Cortés y sus soldados y, la de la parte derecha, el caballero águila y los suyos, representantes de Cholula (García Saiz: 1999, pp. 384-389). La decoración que adorna el marco en forma de nácar está muy concentrada, con motivos vegetales y florales que trepan entremezclados con pájaros sobre un fondo negro, tupiendo todo el espacio (al igual que en la laca japonesa Namban). Por una parte, esta decoración indica que estas tablas inicialmente pudieron ser realizadas para ser colocadas juntas en una pared como si fuera un enorme biombo colgado. En la primera tabla (P04787) observamos cómo esta decoración aparece en todo el extremo izquierdo y en la última (P04777) en el extremo derecho. Las partes de la representación trabajadas con nácar son siempre las vestimentas o detalles sueltos de la composición, pero nunca los rostros ni las manos de los personajes, que están pintados al óleo con delicadeza y maestría (Texto extractado de Cabañas Moreno, P. en: Lacas Namban: huellas de Japón en España. IV Centenario de la Embajada Keichô, 2013, pp. 310-315, 430-435).