Doña Isabel la Católica dictando su testamento (boceto)
1863. Óleo sobre papel pegado en cartón, 22 x 32 cmSala 061B
Doña Isabel la Católica dictando su testamento es una obra cumbre de la pintura de historia del siglo XIX que marcaría la decisiva transformación de este género en España. Éste celebérrimo cuadro fue presentado por Rosales a la Exposición Nacional de 1864.
Ejecutada por Rosales en Roma a los 28 años, entre el otoño de 1863 y el verano siguiente, la gestación de esta gran obra maestra está perfectamente documentada a través de la correspondencia epistolar que el pintor madrileño mantuvo desde Roma con su primo y luego cuñado, Fernando Martínez de la Pedrosa. Conocida habitualmente con el ambiguo título de El testamento de Isabel la Católica, supuso el gran descubrimiento por parte de Rosales de la gran tradición pictórica del Siglo de Oro, encarnada fundamentalmente en la obra de Velázquez, provocando una verdadera revolución estética en el panorama artístico de su tiempo. A través de su análisis detenido, y teniendo en cuenta el modo de trabajar de Rosales en otras composiciones de semejante complejidad, parece evidente que el pintor estuvo manejando a la vez distintas alternativas compositivas, que se definen en dos modellinos. Realizó previamente a éstos, el boceto pintado al que ahora nos referimos. Este boceto al óleo, fundamentalmente como prueba de color y estudio de iluminación, se encuentra en un estado muy inicial todavía de elaboración de la escena (Texto extractado de Díez, J. L.; Barón, J.: El siglo XIX en el Prado, Museo del Prado, 2007, pp. 205-211 y Díez, J. L.: Eduardo Rosales [1836-1873:] Dibujos. Catálogo razonado, 2007, p. 237).