El entierro del señor de Orgaz
Hacia 1625. Óleo sobre lienzo, 188 x 248 cmNo expuesto
Esta copia de la parte inferior del Entierro del señor de Orgaz es citada desde 1724 en la casa profesa de los jesuitas de Toledo. Allí la vio Antonio Palomino, quien ofreció también una breve explicación sobre el porqué de la copia: Hay otro cuadro también de su mano [el Greco] y del mismo asunto en dicha ciudad, pero sin gloria arriba; el cual executó el Dominico a instancias de aquellos padres en demostración de gratitud por haber sido aquel suelo donación del Conde de Orgaz, que lo era el año de 1569 y eran casa de mayorazgo de dichos condes [...]. Lo cierto es que uno y otro quadro parecen de Tiziano. La obra fue atribuida al maestro sin discusión hasta que Cossío la rechazara en su catálogo de 1908, apuntando el nombre de Jorge Manuel, aunque tan solo como una posibilidad, con retoques del Greco, pues apreció buenas pinceladas. Lo más probable es que estemos ante una copia tardía, realizada por un solo pintor, un artista habilidoso que ha imitado la superficie pictórica del original, pero no el característico trabajo por estratos pictóricos y veladuras empleados por el cretense y sus más directos colaboradores. En cualquier caso, se trata de un pintor que conoce bien toda la producción del Greco y ofrece una interesante variedad de recursos pictóricos, trabajando a plena pasta en algunas zonas, como en las casullas o en las llamas de los velones, y en otras -el hábito del franciscano- aplicando el color por medio de arrastres y frotados. La cruz procesional se ha realizado con pinceladas pequeñas que moldean con marcado realismo ese objeto litúrgico, de una manera muy similar al báculo que lleva San Benito (P817) en el retablo de Santo Domingo el Antiguo. En una de las cabezas situadas en la segunda fila de caballeros (el que está situado en el centro mismo de la obra), se han aplicado toques cortos y deshechos que dan gran vivacidad al personaje; una técnica impresionista que se corresponde con la producción final del Greco, como los rostros de los pastores de La Adoración (P2988). La fecha de realización es en torno a 1625. La copia repite con fidelidad el original de Santo Tomé, aunque adaptándose a un formato más reducido en el que se mantiene grosso modo la proporcionalidad compositiva del ejemplar autógrafo. La parte donde se aprecian algunos cambios es en la zona superior. Las nubes tienen un desarrollo algo mayor que en la tela original y no se han incorporado los tres grupos de querubines (dos del lado de la izquierda y uno del de la derecha), al tiempo que el pequeño ángel en escorzo que aparecía a los pies de san Juan Bautista se ha aproximado a la zona inferior de las nubes para poder introducirse en esta copia. Sin embargo, en la parte terrenal se ha producido otro cambio más interesante. El clérigo situado en el extremo de la derecha, detrás del principal oficiante de la ceremonia (probablemente retrato de Andrés Núñez de Madrid), se ha transformado. Si en la tela de Santo Tomé es un hombre joven, de pelo oscuro, bigote y perilla que dirige su mirada hacia la representación superior del Entierro, en la copia del Prado es ya un anciano con barba y cabello canosos. Cabría pensar que este personaje, cuya identidad desconocemos, hubo de tener responsabilidad en el encargo de esta copia. Es probable que, si se trata del mismo individuo que se retrató en la tela de Santo Tomé, se permitiera la licencia de incluirse en la copia reflejando los años transcurridos desde que fuera retratado por primera vez (Texto extractado de Ruiz, L.: El Greco en el Museo Nacional del Prado. Catálogo Razonado, Museo Nacional del Prado, 2007, pp. 238-241).