Filósofo con cabeza de pseudo Séneca
Hacia 150. Mármol blanco, 56 x 23 cmGalería Jónica Planta Principal Norte
El cuerpo es copia romana de un original helenístico de h. 270 a. C. que representaba a un filósofo de la escuela epicúrea; la cabeza es una obra barroca, copia del conocido tipo denominado pseudo-Séneca. Aparece mencionada por primera vez en la colección de Cristina de Suecia, ya restaurada como efigie de Séneca y, desde entonces, no parece haber sufrido variaciones sensibles hasta hoy. La identificación de este tipo de cabeza con la del filósofo de origen cordobés, ha sido común hasta el siglo XIX, cuando la crítica pone en duda su nombre tradicional, y comienza a denominarla “pseudo Seneca”.
La cronología de esta obra se fijaría en torno al año 150 d. C. siguiendo un modelo de estatuilla que presenta gran afinidad estilística con la iconografía de Epicuro y Metrodoro, y que pudo esculpirse después de la muerte de Epicuro (271/70 a. C.). Este género de piezas, se colocaban frecuentemente en bibliotecas o lararios de casas particulares.
La escultura tiene un singular interés por su mención en el inventario de la colección Odescalchi, señalando que era, por su rareza, "stimato molto dalla Regina" (Walker, 1994, p. 205), un comentario que le proporciona un valor añadido en el conjunto de piezas atesorado por Cristina de Suecia. Resulta sugestivo que tratándose de una imagen que mostraría a un filósofo de la escuela epicúrea, terminara transformándose, por la adición de la nueva cabeza, en la figura de Séneca, el más destacado de los pensadores estoicos.
La obra estuvo en la colección de Cristina de Suecia, más tarde en la Odescalchi, desde donde pasó a formar parte de la colección real española. Está documentada en el palacio de Baldasarre Odescalchi a través del inventario realizado por Baldassarre d´Erba en 1721, en la "Seconda Stanza della Fontana". Aparece recogida después en la "Lista de embarque" (1725) de las esculturas de Cristina de Suecia y Odescalchi, adquiridas por Felipe V e Isabel de Farnesio con la intermediación del cardenal Acquaviva. Las piezas fueron embaladas en cajas para su traslado por vía marítima desde Génova a España, recalando en el puerto de Alicante y siendo llevadas después al palacio de La Granja de San Ildefonso. Con fecha 17 de marzo de 1725 se anotaba lo siguiente: "N. 111. Cassa con tre figurine di tre palmi, la mensola, due piccoli busti, uno de quali è impellicciato, e due teste moderne". Esta caja fue dejada atrás cuando se embarcó la remesa anterior, según dice la nota introductoria. Esto explica que aún encontremos en ella dos cabezas y dos pequeños bustos, ya que a partir de este momento se embarcarán las esculturas de cuerpo entero y sus pedestales, aunque el conjunto comienza con un elemento decorativo y tres obras de pequeño formato. Las tres figuritas citadas de "tres palmos" cada una, que Acquaviva refiere como "Figurine di p.mi, 30", deben de ser las únicas esculturas de cuerpo entero y de tamaño pequeño que formaron parte de la colección Odescalchi y que podemos reconocer en los inventarios de La Granja. La primera sería el Filósofo con cabeza de pseudo Séneca, que corresponde a Cristina, 54: “Statuina che sta a sedere… coperta con panneggiatura… d´altezza di palmi due et un quarto incirca… che rappresenta un Seneca"; Odescalchi, 56: "Statuetta sedente antica di Seneca… alto in t(ut)to palmi due, e mezzo". El personaje representado en esta estatuilla mediría, en efecto, unos tres palmos si se pusiese en pie, y ello permitió sin duda emparejarlo en el palacio Odescalchi con figuras erguidas de proporciones semejantes. Por lo demás, Ajello la hizo representar en el dibujo 47 de su "Cuaderno", y hoy se conserva prácticamente en el mismo estado (Elvira Barba, M. A., Las esculturas de Cristina de Suecia. Un tesoro de la Corona de España, 2011, pp. 41 y 72).