Forma
1920. Mármol, 62,3 x 29,2 cm. Depósito en otra instituciónEn el siglo XIX el arte evitó representar los genitales femeninos, que, salvo excepciones, constituyeron un tabú invisible que los artistas escondieron mediante diversos artificios. El torso de Inurria incide en la fragmentación extrema del cuerpo femenino, aquí sin identidad y casi abstracto, como una metáfora de la alienación que padecieron las mujeres en la época.
G.Navarro, Carlos, Invitadas. Fragmentos sobre mujeres, ideología y artes plásticas en España (1833-1931), Madrid, Museo Nacional del Prado, 2020, p.195 nº 36