Hombre con barba y torso con escudo eclesiástico
Siglo XVII. Mármol, 46,1 x 25 cmNo expuesto
Esta obra forma parte de un grupo de cuatro bustos masculinos (E00520, E00521, E00522 y E00957) que parecen representar a otros tantos personajes históricos, quizás emperadores de la Antigüedad. Cada uno de ellos presenta en la parte frontal de la peana un escudo heráldico (idéntico en las cuatro obras) correspondiente a un personaje eclesiástico, como se adivina por el capelo, las borlas y la cruz que timbran al blasón (dicho timbre no respeta la ortodoxia heráldica, puesto que presenta la cruz travesada simple correspondiente a los arzobispos no primados, flanqueada por cinco borlas a cada lado, cuando lo normal es que sean diez para los arzobispos no primados, seis para los obispos y 3 para los abades mitrados). Los elementos heráldicos complementan un escudo partido, en el que la partición derecha (en el sentido heráldico) aparece fajada y la izquierda, jaquelada.
Ingresó en el Museo del Prado desde el Museo de la Trinidad, constando allí como depósito de el arquitecto Francisco Enríquez. Este propietario debió ser el arquitecto Francisco Enríquez y Ferrer, quien en 1853 construyó el nuevo Palacio Episcopal de Logroño, en el solar del antiguo Palacio del Obispo. Dado que las piezas que este arquitecto depositó en el Museo de la Trinidad ostentan un mismo motivo de heráldica eclesiástica, podría sugerirse que estuviesen en relación con el derribo del antiguo Palacio Episcopal de Logroño y con alguno de los obispos de la diócesis de Calahorra-La Calzada-Logroño, como Pedro de Portocarrero, quien ocuparía la sede entre 1589 y 1594 y cuyo linaje luce en su blasón similar jaquelado al de una de las particiones del escudo de estas esculturas. Actualmente depositada en el Museo de Historia de Madrid.