José mostrando a su padre y sus hermanos al Faraón
Siglo XVII. Óleo sobre lienzo, 111 x 139,5 cmNo expuesto
La historia que se narra en esta pintura, se encuentra inspirada en una síntesis de dos pasajes del relato bíblico, contenidos en el libro del Génesis, relativos a la vida de José en Egipto. Gutiérrez situo la escena en un imaginario palacio, concebido casi como el interior de un templo abovedado, a través de cuyas puertas se adivinan claustros, escaleras y pórticos absolutamente irreales, pero muy característicos del pintor que gustó de mezclar estampas o grabados de arquitecturas fantásticas por sus dimensiones para dar idea de fastuosidad y grandeza.
Además, en esta ocasión, como hizo en su Cena en casa del fariseo (Colegiata de Villagarcía de Campos, Valldolid), ha revestido sus muros con una serie interminable de pinturas, entre las que se identifican los temas de Abrahán y los tres ángeles, Atlas sosteniendo el mundo (probablemente copia del que pintó Rubens para la Torre de la Parada) y Ticio, además de otros cuadros de batallas y de arquitecturas con con personajes de su mismo estilo, todo ello dispuesto como si se tratara de una pintura de gabinete de un coleccionista en versión bíblica. La vivacidad de gestos de las pequeñas figuras es el habitual en otras composiciones de Gutiérrez y presentan también gran relación con los creados por el pintor Juan de la Corte, aunque ello será debido a que ambos beban de las mismas fuentes grabadas.