Juan I
Hacia 1848. Óleo sobre lienzo, 226 x 141 cmDepósito en otra institución
En 1847, José de Madrazo, como director del Real Museo, recibió el encargo de Isabel II de realizar una genealogía iconográfica de todos sus antepasados reales. El proyecto tenía un evidente sentido político de legitimación de derechos de la Soberana, en un período caracterizado por una incesante lucha contra el poder femenino. Se implicó en la ejecución del encargo a un considerable número de artistas contemporáneos, tanto reconocidos como noveles, pero casi todos asociados al círculo protector de José de Madrazo. Este conjunto de lienzos decimonónicos mantuvo su unidad como serie unitaria, denominado desde el propio siglo XIX como Serie cronológica de los Reyes de España, constituida por un total de 87 retratos, de idénticas medidas según las prescripciones dadas por Madrazo -8 pies de alto por 5 de ancho (2,24 x 1,40 metros-), si bien enmarques o montajes posteriores han hecho varias ligeramente su formato en algunos casos. La inmensa mayoría de ellos tienen a lo largo de su borde inferior una banda oscura sobre la figura con letras capitales de molde el nombre del monarca y la fecha de su muerte (Texto extractado de Díez, J. L. en: La Pintura Isabelina. Arte y Política, Real Academia de Historia, 2010, pp. 66-68).
El 5 de agosto de 1848, José de Madrazo envió una carta al Arzobispo de Toledo expresando la necesidad de extraer, no sólo dibujos de las estatuas yacentes, sino mascarillas en yeso como verae efigies de los monarcas enterrados en la Capilla de los Reyes Nuevos de Toledo. Mientras Calixto Ortega realizó el de Enrique III el Doliente (P06911), aquí Vicente Arbiol ha representado a Juan I de Trastámara (Épila, Zaragoza, 1358-Alcalá de Henares, Madrid, 1390), rey de Castilla, quien sucedió a Enrique II y precedió a Enrique III, centrando la composición vistiendo armadura, en clara alusión a su vida guerrera; sujeta la espada con su mano derecha y apoya la izquierda en una mesa sobre la que descansan algunos pergaminos. Al fondo una portada de catedral gótica ampliamente decorada (Texto extractado de Orihuela, M. y Castro, M. T.: "Presencia del Museo del Prado en el Congreso de los Diputados" en: Revista de las Cortes Generales, 73, 2008, p. 492).