La continencia de Escipión
1496. Óleo sobre tabla, 46 x 157 cmSala 056B
Esta pintura y El rapto de las Sabinas (P524) formaban parte de la decoración de dos cassoni, o arcones de boda, encargados en mayo de 1496 en Bolonia por Lodovico da Sala al pintor Guido Aspertini con motivo de los esponsales de su hija Angelica con Giovan Battista Bolognetti, celebrados en agosto de ese año. Ciertos elementos de La continencia de Escipión permitirían asociar también las tablas con dicho enlace, como la figura femenina que, aislada en primer plano, sostiene una palma en una mano y un bastón coronado por un yelmo con un ángel en la otra, y que se ha interpretado como una alusión al nombre de la novia.
Bien por indicación del cliente o por iniciativa de los pintores, pero siguiendo en cualquier modo una práctica habitual en la época, las tablas ilustran pasajes de la Roma clásica. En esta escena se representa un relato trasmitido por Polibio, que Tito Livio retomó en su libro Ab Urbe condita, en el contexto de la Segunda Guerra Púnica en la península ibérica. Publio Cornelio Escipión devuelve al jefe celtíbero Alucio a su prometida, esclavizada por los romanos tras la toma de Cartago Nova. Como es costumbre en los cassoni, las escenas encierran lecciones morales y la clemencia de Escipión se interpreta como un elogio a la continencia y una apelación a la generosidad del esposo.
Aunque en el contrato sólo se cita a Guido Aspertini, la crítica admite la participación de su hermano menor Amico, cuya ausencia del documento se explicaría por hallarse en Roma acompañando a su padre, el también pintor Giovanni Antonio Aspertini. De hecho, estas obras no sólo presentan analogías con otras de Amico anteriores a 1500 como la Adoración de los Pastores (Berlín, Gemäldegalerie), con la que comparten un mismo tratamiento de la flora, sino que son inconcebibles sin el paso de su autor por Roma. Esta estancia romana explicaría las deudas de Amico respecto a Pinturicchio, pero sobre todo, la derivación de muchas figuras de la estatuaria clásica, tanto en El rapto de las sabinas (donde es obvia la cita al Apolo de Belvedere en el guerrero romano con armadura y capa roja) como en La continencia de Escipión, algunos de cuyos personajes proceden de la Columna Trajana.
Museo Nacional del Prado, Pintura italiana del Renacimiento: guía, Madrid, Museo del PradoAldeasa, 1999, p.83