La Crucifixión
Hacia 1480. Técnica mixta sobre tabla, 126 x 92 cm. Sala 051AObra temprana de Bernat y muy próxima a Bermejo en la anatomía, carnaciones y esbeltas proporciones de los tipos humanos (Juan, Magdalena, Longinos, portaesponjas), así como en el menor empleo de oro y en el paisaje. La composición, una Crucifixión de gran aparato que pudo gestarse en el taller de Bermejo y con su participación, deriva de la del retablo de Daroca (Zaragoza), aunque con variantes.
Martín Bernat (doc. 1450-1505) estuvo asociado con Bartolomé Bermejo cuando el pintor cordobés se instaló en Zaragoza en 1477. Por documentos fechados, consta que Bernat acordó terminar el retablo de Santo Domingo de Silos iniciado por Bermejo -cuya tabla central de mano de Bermejo se guarda en el Museo, P01323 - y que ambos colaboraron en la realización de un retablo para la capilla de Santa Cristina en la Iglesia del Pilar. Estas referencias documentales atestiguan la relación que hubo entre los dos pintores y las prácticas habituales de Bermejo que, como otros artífices reputados de la época, se limitaba a hacer el dibujo y sólo materializaba las caras. Precisamente en un ambiente similar a éste se debió gestar esta tabla, ahora en el Museo. Muchos aspectos formales y compositivos que muestra la obra se encuentran más próximos al estilo de Bartolomé Bermejo que al que se conoce de Martín Bernat a partir de la primera obra documentada, el retablo de Blesa, ejecutado en 1486. Pero, pese a estas notas comunes con el estilo de Bermejo, en modo alguno se trata de una obra autógrafa de este pintor -al menos en su totalidad- ya que en otros aspectos esenciales y sobre todo el gran sentido decorativo que impera, se aleja de la forma de trabajar de Bermejo y coincide con la de Bernat. Posiblemente, la obra sea una obra realizada en el taller de Bermejo y materializada en su totalidad o gran parte por Martín Bernat, siendo obra temprana de este último.