La muerte de Lucano
1887. Óleo sobre lienzo, 293 x 495,5 cmDepósito en otra institución
La obra se basa en el discurso que Emilio Castelar dedicó en 1857 al gran poeta romano Lucano (Córdoba, 39-Roma, 65). Representa su suicidio, inducido por Nerón como el de su tío Séneca (véase el cuadro de Manuel Domínguez, P004688, que inspiró la composición de este). La presencia de su esposa, Pola Argentaria, y de sus amigos, transmite la emoción de la escena, lo mismo que las rosas cortadas, las cadenas y los manuscritos del poeta. El énfasis en la anatomía, la amplitud de la ejecución y el acierto en la armonía del color y en el estudio de la luz hacen de esta obra la más importante de su autor, artista culto que llegaría a ser subdirector del Prado.
En el catálogo de la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1887 se describe el tema representado a partir del siguiente fragmento de Castelar, Discurso sobre Lucano: "Sobre su cadáver, inanimado y frío, se inclinaba llorosa una mujer que había recogido el postrer suspiro de los labios del poeta para guardarlo en su amante pecho, y las cenizas de su gloria para mostrarlas á las futuras generaciones". (Texto extractado de: Pintura del Siglo XIX en el Museo del Prado: Catálogo General, Madrid: Museo Nacional del Prado, 2015, pp. 215-216).