Magdalena Haro
1871. . No expuestoEs fácil apreciar en este retrato la perfección que alcanzaron las miniaturas de Tomasich. Después de su formación en París y de unos años de intensa actividad en México y La Habana, se estableció en Madrid, donde demostró desde ese momento su depurado e inconfundible estilo, con piezas espléndidas como este posible retrato de su madre. Es habitual en sus miniaturas de pequeño formato la colocación casi frontal del modelo, aunque con un mínimo escorzo con el que consigue dar volumen al rostro, como hiciera Pérez de Villamayor. En esos años, los fondos están trabajados por la luz y no se ven los homogéneos grises de sus retratos de los años cuarenta. Esta miniatura está pintada el mismo año que los extraordinarios retratos de la reina María Victoria y Amadeo I que conserva la Academia de San Fernando (número inv. 1286 y 1287) (Texto extractado de Espinosa, Carmen: Las miniaturas en el Museo Nacional del Prado. Catálogo razonado, Madrid, Museo del Prado, 2011).