Retrato de caballero
1870. , 3,7 x 3,2 cm. No expuestoSe trata de un elegante retrato de un joven barbado, de mirada intensa a través de sus profundos ojos azules cuya identidad no se conoce. Viste levita y un broche con forma zoomorfa. La miniatura fue manipulada para convertirla en broche, por lo que el marco lleva en la trasera un pasador. Tomasich, autor de esta obra, fue miniaturista de cámara desde 1864, título que le concedió la Reina Isabel II y que ratificó Alfonso XII, y está considerado como el mejor miniaturista español del siglo XIX y uno de los mejores de Europa. El año de realización de esta obra, 1870, es un momento cumbre de su producción en que iniciará trabajos importantes vinculados a la realeza y a la nobleza españolas. En esta y otras miniaturas mantendría el excelente nivel artístico que le permitió continuar con su profesión cuando el mundo de la fotografía estaba paulatinamente desbancando este género.
Esta obra completa la representación de miniaturas en el Prado de este artista, del que el Museo posee otras dos obras, un Retrato de hombre de 1845 (O727), y el retrato de Magdalena Haro de 1871 (O781). Este es un retrato muy personal, quizá su madre, realizado el mismo año de las excepcionales miniaturas que se conservan en Madrid en el Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, el Retrato del Rey Amadeo I y el de su esposa M.a Victoria de Saboya. La Corporación académica no solo conserva estos retratos, sino que completa su destacada colección con el retrato de Eduardo, Príncipe de Gales pintado en 1873, el de la propia esposa del miniaturista, de 1867, y otro de un caballero realizado en 1869. La presencia de obras de Tomasich en Madrid integra también la atribución del retrato en miniatura de María Agustín que conserva el Museo Lázaro Galdiano, obra de gran calidad que lleva las iniciales AT entrelazadas (Texto extractado de Azcue, L. en: Memoria de Actividades 2015, Museo Nacional del Prado, 2016, p. 150).