Milagro de Santa Catalina
Hacia 1696. Aguada parda, Albayalde, Pluma sobre papel agrisado, 290 x 542 mmNo expuesto
El dibujo, atribuido a Luca Giordano en una inscripción en letra del siglo XVIII, es en realidad de mano de Luigi Garzi y preparatorio, con algunas variantes, para el Milagro de Santa Catalina, fresco en el muro interior de la fachada de la iglesia napolitana de Santa Catalina a Formiello, que forma parte de la decoración de la nave central, realizada por Garzi entre 1695 y 1697. Un dibujo de la colección del palacio de Windsor, considerado como proyecto para el fresco en la nave central de la iglesia romana de Santa Catalina a Magnanapoli es, sin embargo, preparatorio para la composición del mismo tema en la iglesia napolitana. Ambos dibujos son similares en técnica y estilo, aunque en el de Madrid Garzi utiliza el albayalde para las luces. Los trazos ligeros y quebradizos de los contornos e incluso las abreviaciones características de los rostros y de las manos debieron de tener influencias en el dibujo napolitano de fines del siglo XVII y principios del XVIII, ya que aparecen en la obra gráfica de artistas como Solimena y Giaquinto. (Texto extractado de Mena Marqués, M.B., Catálogo de dibujos. VI. Dibujos italianos del siglo XVII, Museo del Prado, 1990, p. 88).