Niño tocando el laúd
Siglo XVI. Óleo sobre tabla, 88 x 69 cmNo expuesto
Representación de un ángel niño que se acompaña en el canto tañendo un laúd descrito con gran detalle. El instrumento presenta caja abombada y tabla armónica decorada con una roseta; mástil con trastes y cuatro cuerdas que termina en un clavijero en ángulo recto hacia atrás con algunas clavijas bien diferenciadas. El niño tañe el laúd como corresponde; rasga o puntea las cuerdas con su mano derecha cercana al puente y posiciona sobre el cuarto y quinto traste la mano izquierda, si bien la postura general del cuerpo resulta teatral y muy elaborada dentro del gusto manierista. Se trata de un instrumento típico del Renacimiento. El laúd floreció en toda Europa desde el medioevo hasta el siglo XVIII, y hacia el año 1511 había alcanzado la perfección tanto en estructura como en fabricación. A mediados del siglo XVII ya era uno de los instrumentos más apreciados en Europa, especialmente en Centro Europa, tanto para repertorio solista como instrumento acompañante o para la música doméstica. En relación con el sentido de vanitas que puede apreciarse en la obra, el laúd enfatiza el carácter de la música como un elemento más del fugaz placer. En general el laúd suele simbolizar la armonía y la perfecta afinación (Texto extractado de Proyecto de Iconografía Musical, U.C.M.)