Orfeo y los animales
1636 - 1638. Óleo sobre lienzo, 195 x 432 cmEscalera Noroeste E2
Este episodio de Orfeo ilustra la belleza de su música y cómo conseguía encandilar a personas y animales, tal y como lo cuenta Ovidio en el libro X de las Metamorfosis (145 y ss.): "(...)A tal bosque había congregado el poeta, y estaba sentado en el centro de una reunión de fieras y una multitud de aves; después de tantear suficientemente con el pulgar las cuerdas que rasgaba y percibir que estaban afinados los diferentes acordes, aunque sonaran distintos, entonó la siguiente canción".
Esta historia es inmediata a la muerte, por segunda vez, de Eurídice, cuando Orfeo se retira de la humanidad y comienza a cantar desesperado por la pérdida de su mujer. Finalmente será despedazado por las bacantes y morirá reuniéndose por fin con su amada. S. Alpers, autora del único estudio completo del encargo de Rubens para la Torre de la Parada hasta la fecha, consideraba esta obra como de Paul de Vos, pero una reciente restauración ha revelado las firmas de Snyders y T. V. Thulden, si bien en el inventario de 1700 de la Torre de la Parada se consideraba de mano de Rubens.
El lienzo representa un paisaje y un grupo de animales fruto de la colaboración de Snyders en el proyecto. A pesar de los problemas de denominación que encontramos en las cartas del Cardenal Infante sobre un Esneyre encargado de realizar pinturas sobre cacería (problema planteado, entre otros, por S. Alpers en su libro) parece que fue Syders, como supone A. Vergara en su tesis, entre otros, el encargado de realizar pinturas para la decoración de la Torre de la Parada con motivos de cacería, unas obras que Rubens delegó desde un primer momento en la figura de su colaborador. Así vemos multitud de animales en diferentes posturas pintados de una manera muy realista. No se conserva boceto preparatorio de Rubens para esta obra, del que S. Alpers duda que exista. Si esto fuera así este lienzo podría pertenecer al encargo de Snyders más que al de Rubens para la decoración, representado animales similares a los que aparecen en esta obra en las obras de cacería.
Los lienzos para la Torre de la Parada fueron realizados en torno a 1636-1638 aproximadamente, siguiendo la correspondencia entre el Cardenal Infante Don Fernando, gobernador de Flandes en el momento del encargo, y su hermano el rey Felipe IV.
La decoración de la Torre de la Parada, en cuyo proyecto también participaron otros autores como Velázquez, fue el mayor encargo que Rubens recibió de Felipe IV. A partir de 1636 se enviaron desde Amberes a Madrid más de sesenta obras para esta casa de recreo situada en los montes del Pardo. La mayor parte de las escenas narraban las pasiones de los dioses, según fueron descritas en las Metamorfosis del poeta romano Ovidio y otras fuentes clásicas. Para llevar a cabo un proyecto tan amplio, Rubens realizó pequeños bocetos sobre tabla, donde capta la esencia moral de las historias y las actitudes de los personajes. Estos bocetos sirvieron de base para la elaboración de los lienzos definitivos.
El Museo del Prado conserva diez de los bocetos de Rubens, nueve de ellos donados en 1889 por la duquesa de Pastrana, y uno adquirido en el año 2000. El Prado también conserva la mayoría de los lienzos realizados a partir de los diseños de Rubens para la decoración de este lugar (muchos de los cuadros fueron pintados por otros artistas).
(Información revisada y actualizada por el Departamento de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte del Museo Nacional del Prado, 2014).