San Juan Evangelista
1769. Aguada parda, Pluma, Trazos de lápiz sobre papel blanco, 207 x 298 mm. No expuestoTradicionalmente se ha considerado esta obra como preparatoria para los frescos de la cúpula de la Colegiata de La Granja. En 1768 Carlos III decidió iniciar la decoración de la Colegiata cuya cúpula, según los dibujos del arquitecto Sabatini, tendría ocho espacios para albergar escenas pictóricas. Pero Tiepolo murió el 26 de marzo de 1770 y no pudo hacerse cargo del conjunto, sustituyéndole en este encargo los pintores españoles Mariano Salvador Maella (1739-1819) y Francisco Bayeu (1734-1795). Fue a este último a quien tocó encargarse de la cúpula y, como señaló De la Mano, todo parece indicar que siguió el proyecto ya diseñado por Giambattista Tiepolo. De hecho, un San Juan Evangelista de Bayeu también relacionado con el proyecto de La Granja (D00348) revela que inicialmente el artista había planteado una composición más similar a la del veneciano.
Manuela Mena apuntó la posibilidad de que un conjunto de dibujos de Giambattista existente en la Biblioteca Nacional y que representan evangelistas (BNE, DIB 16/ 43/ 3 a 16/ 43/ 6, incluido) estuviesen relacionados igualmente con la Colegiata de la Granja. Pese a la diferencia de dimensiones, los citados dibujos guardan evidentes semejanzas estilísticas y técnicas con el que aquí se presenta y, como él, proceden de la Colección Carderera.
Sobre los trazos preeliminares a lápiz, Tiepolo aplica posteriormente las aguadas para crear volumen y aprovecha el blanco del papel para crear los contrastes lumínicos. Por último, unos trazos rápidos e interrumpidos realizados a pluma completan el contorno de las figuras. Como la mayoría de sus dibujos realizados a aguada y tinta, el nuestro corresponde a una fase más temprana del proceso de ejecución de las obras, mientras los estudios a lápiz presentan un aspecto más acabado.
Artista sobresaliente en todo aquello que emprendió, Giambattista Tiepolo fue famoso especialmente como fresquista, trascendiendo ampliamente las fronteras de su Venecia natal. En 1750 se trasladó con sus dos hijos, Giandomenico y Lorenzo, a Würzburg (Austria) para decorar la residencia del príncipe-obispo, donde realizó el que quizá es su fresco más conocido, representando los Cuatro Continentes, en la escalera principal del palacio. En 1761 fue llamado a Madrid por Carlos III y de nuevo lo acompañaron sus dos hijos. Aquí se ocuparía de la decoración al fresco del Salón del Trono en el nuevo Palacio Real y nunca volvería a Venecia, pues murió en la corte española en marzo de 1770, precisamente cuando trabajaba en el proyecto con el que se cree está relacionado este dibujo (Texto extractado de Carlos Varona, M. C. de, en: Italian Masterpieces. From Spain`s Royal Court, Museo del Prado, 2014, p. 236).