Santa Apolonia
Hacia 1655. Aguafuerte sobre papel verjurado, 143 x 122 mm. No expuestoEsta obra supone un interesante testimonio de la colaboración entre el polifacético artista granadino Alonso Cano y el grabador Diego de Obregón, que se suma a los conocidos hasta ahora. Ambos son los autores de tres estampas devocionales firmadas por Cano como inventor y Diego de Obregón como grabador: Santa Catalina de Alejandría (Biblioteca Nacional, Madrid), La visión de san Antonio de Padua (British Museum, Londres) y Santa Apolonia (Biblioteca Nacional, Madrid). A estas tres cabe añadir El milagro de santo Domingo en Soriano (Biblioteca Nacional, Madrid), inventada también por Cano y en la que consta Pedro de Obregón como editor (excudit), siendo muy probable que fuera su hijo Diego también el grabador aunque no conste su nombre en la estampa.
Esta prueba de estado presenta casi la misma composición que la estampa de santa Apolonia que se conserva en la Biblioteca Nacional, aunque presenta algunas variantes: la Virgen no lleva en su mano derecha la tenacilla que sostiene la santa, falta el angelito que tras ella porta la palma de martirio y carece de la inscripción que vemos en su parte superior: Sta POLONIA VIRGEN Y MARTIR / Abogada de los dolores de Muelas y Dientes. La santa en estas estampas reproduce en sentido inverso la figura de la Virgen que se encuentra en el dibujo que se conserva en el Museo del Prado (D71) preparatorio para el lienzo Aparición de la Virgen a San Félix de Cantalicio, que ocupó el Retablo Mayor de la Iglesia de los Capuchinos de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). La exacta coincidencia compositiva en la figura de la Virgen, además de los trazos de estilete en el contorno de la figura del dibujo, obliga a pensar que Obregón se sirvió de éste para traspasarlo a otro soporte, seguramente un dibujo intermedio o la misma lámina de cobre. Este mismo proceso se pone de manifiesto en otros casos, como la Santa Catalina de Alejandría de Cano, cuyo dibujo se conserva en la Hamburger Kunsthalle, y la estampa homónima de Diego de Obregón en la Biblioteca Nacional.
La falta de elementos iconográficos en la estampa del Prado y la carencia de inscripción, lleva a pensar que quizá en un primer momento Obregón pensó no tanto en una representación de santa Apolonia como de la Virgen, ya que resulta por otra parte inadecuado iconográficamente incluir de este modo a una santa en Gloria. La popularidad de las estampas de santos, representados como abogados defensores frente al sufrimiento generado por la enfermedad, motivó a buen seguro la readaptación de la imagen inicial de la Virgen para convertirla en la de la protectora de los dolores de muelas (Texto extractado de Matilla, J. M. en: Memoria de Actividades 2015, Museo Nacional del Prado, 2016, pp. 108-110).