Vaso refrescador
1570 - 1575. Pasta cerámica, 42 x 72,5 cm. Sala 049Vaso refrescador de cerámica vidriada utilizado en origen para mantener las bebidas o la fruta a una temperatura adecuada. La decoración exterior del vaso responde a los modelos fantásticos del Manierismo, tanto en las formas plásticas -faunos sosteniendo la copa- como en los grutescos. La escena del combate naval que se representa en el interior, está inspirada en un dibujo del pintor florentino Taddeo Zuccaro. La pieza posiblemente pertenece a la famosa y costosísima vajilla que el duque de Urbino, Guidobaldo II, encargó para Felipe II en 1570 como regalo diplomático. Se trataba de un servicio de mesa decorado con motivos de grutescos, que debido a su excelente calidad y gran dificultad técnica, tardó varios años en concluirse y no llegó a manos de Felipe II y Anna de Austria hasta 1579. La pieza se encontraba en la botica del Convento de la Comunidad Jerónima del Real Sitio de San Lorenzo, donde se utilizaba para conservar en agua las espátulas y utensilios de la farmacia. En 1839 con la Desamortización se deshizo la botica del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial y José de Madrazo la recupera y la deposita en el Museo del Prado.
Muy probablemente fue realizado en el renombrado taller de Orazio Fontana (1510-1571), el ceramista italiano nacido en Castel Durante que se instaló en Urbino junto a su familia e introdujo en la maiolica italiana el gusto por las decoraciones historiadas inspiradas en la Antigüedad. Al final de su carrera se especializó en la realización de servicios de mesa con decoraciones figurativas y grutescos, del que el vaso refrescador del Museo constituye uno de los mejores ejemplos conservados.
Pérez de Tudela, Almudena, 'I doni dei Della Rovere per Filipo II'. L'Arte del Dono. Scambi artistici e diplomazia tra Italia e Spagna, 1550-1650. Studi della Biblioteca Hertziana 8. Jornata di studi 14-15 enero 2008, Milán, Silvana, 2013, p.89-102 [93 f.4 L.9]