La llegada de John Brealey, que era el jefe de restauración del Metropolitan Museum de Nueva York, se debió a que venía para limpiar el cuadro de Las meninas. Lo que nos molestó, aunque mis compañeros fueron más prudentes que yo, porque yo fui demasiado drástico, es que nos enteramos tres días antes de que venía a limpiar el cuadro. A mí me parecía mal porque nosotros estábamos trabajando en el Museo, habíamos restaurado obras muy importantes y con más problemas de los que podía tener Las meninas, porque prácticamente solo había que quitarle el barniz. Entonces me sentó mal. No vi nada de la restauración de Las meninas. Me negué a subir. Un año después, Brealey vino para dirigir el taller de restauración y Manuela Mena, que entonces era la jefe del taller de restauración, me lo presentó porque quería hablar conmigo expresamente. Venía con traductora porque no hablaba nada de español. Estuvimos hablando un rato y después Manuela me dijo: "Cuando acabes de hablar con él, subes al taller de restauración y se lo presentas a tus compañeros”. Cosas propias de Manuela.
Trabaja en el taller de Restauración del Museo del Prado, especializándose en la obra de El Greco. También ejerce de profesor de restauración en la Escuela Oficial de Artes Aplicadas de Madrid, y en 2010 recibe el Premio Nacional de Conservación y Restauración de Bienes Culturales.
Entrevista realizada el 19 de abril de 2018