Apolo
Siglo II. Mármol blanco, 253,5 x 136 cmSala 047
El torso monumental fue completado en el siglo XVII como Apolo; una de las más famosas estatuas de Roma, el Apolo del Belvedere, en el Vaticano, sirvió de modelo al artista barroco para la cabeza y la posición de los brazos. Debido a que los añadidos deforman el aspecto original de la figura y al carecer prácticamente de obras con una iconografía análoga, no resulta fácil definir la postura original de la estatua e identificarla al haberse conservado sin atributos.
El cuerpo del joven es fuerte y musculoso y está representado aún si vello púbico. Su pierna derecha está marcadamente adelantada y el pie elevado se sitúa sobre un peñasco (añadido). El restaurador moderno percibió con acierto, por el hombro derecho más elevado y por el músculo pectoral derecho tensado hacia arriba, que el brazo derecho originalmente se encontraba en una posición horizontal, mientras que el brazo izquierdo, en cambio, descendía.
La investigación ha calificado la estatua como una réplica de un modelo estatuario. La postura erecta de la misma evoca la representación de un triunfador o de un general que coloca la pierna derecha sobre las armas del botín o sobre el enemigo derrotado. El amplio manto que los generales vestían con frecuencia y que cubre las espaldas a partir de su hombro izquierdo y acaba doblado sobre el muslo derecho, encaja con esta interpretación, al igual que la lanza colocada en posición vertical que ha de completarse en la estatua, siendo sostenida por la mano derecha alzada.
Si se consideran sus dimensiones monumentales, la estatua pudo haber encarnado a un príncipe de la Casa Imperial en la figura de Aquiles. Sin embargo, dado que hasta la fecha no se conocen obras análogas, esta identificación, formulada ya por Hübner, continúa siendo una hipótesis. Tampoco resulta fácil la datación de la estatua, porque no se ha conservado la cabeza original y porque las estatuas monumentales solían ser trabajadas de forma diferente a las obras de formato más pequeño. Las anchas ranuras a trépano cerca del dobladillo del manto, en la parte posterior, sugieren una datación del siglo II d. C. (Texto extractado de Schröder, S. F.: Catálogo de la escultura clásica, Museo Nacional del Prado, 2004, pp. 440-443).