Apunte de muchacho de pie
1903. Carboncillo sobre papel verjurado, azulado, 623 x 482 mm. No expuestoEn este apunte se aprecia la espontaneidad y la gran capacidad de observación de Blay, que utiliza aquí una técnica muy cercana a los dibujos modernistas, de trazos descriptivos, muy largos y lineales, para encajar la figura y describir los contornos con precisión, planteando un tratamiento diferente para el rostro. Posiblemente se trata de un retrato de su hijo mayor Jaime, que en 1903 tenía seis años, dibujado durante el último año en el que vivió de forma permanente en París. Ferrés lo sugirió al publicar este dibujo junto a la cabeza de bronce Lo meu noi de 1902, en el que el niño lleva la boina con la pequeña cinta detrás que también porta Jaime Blay en algunas fotografías conservadas en colección particular (Texto extractado de Azcue, L.: Solidez y belleza. Miguel Blay en el Museo del Prado, Museo Nacional del Prado, 2016, p. 44).