Apunte de un joven sentado
1894. Lápiz compuesto sobre papel verjurado, 482 x 315 mmNo expuesto
Fue dibujado en Olot, después de haber finalizado su estancia en Roma y antes de volver de nuevo a París. Blay regresó de forma recurrente a su ciudad natal a lo largo de su vida para ver a familiares, maestros y amigos, y seguramente para encontrar una cierta tranquilidad durante su estancia. La composición tiene un acusado delineado, que realiza con gran minuciosidad, en el que todos los contornos tienen un peso esencial para encajar la figura. Utiliza de modo eficaz los fundamentos del dibujo, tanto en su capacidad de percibir visualmente las formas, como en centrarse en lo que más le interesa, la inmediatez de la figura. Este apunte rápido y ágil de un joven de su localidad natal, con gorra de visera, tiene además en el reverso, a carboncillo, otro apunte casi borrado de una joven de perfil, menos expresiva, que aparece tocada con un velo muy abocetado. Es un esbozo que avanza sus preocupaciones compositivas, pero que todavía no muestra, desde el punto de vista estético, sus futuras propuestas expresivas (Texto extractado de Azcue, L.: Solidez y belleza. Miguel Blay en el Museo del Prado, Museo Nacional del Prado, 2016, p. 42).