Bodegón con sirvienta
Hacia 1633. Óleo sobre lienzo, 153 x 214 cm. Sala 081Esta obra describe una típica escena de opulenta naturaleza muerta de la escuela flamenca barroca en la que se incluyen una figura humana y dos de animales, según era frecuente en la época, de acuerdo con los gustos de los comitentes que también veían reflejadas, en este género de obras, su riqueza y prosperidad. La clientela de Snyders la formaban la nobleza y la alta burguesía, interesados por lo que éstos tenían de demostración de riqueza, además de por sus cualidades artísticas. Sobre la superficie de una mesa, probablemente de cocina, se agrupa una variedad de frutos en platos, fuentes de cerámica y metal; también hay otras dispersas fuera de los recipientes, así como algunas hortalizas. En lo alto, un guacamayo remata la diagonal picoteando un albaricoque, pendiente de una rama que sobresale del contenido de un colmado cesto y, en el mismo lado, prácticamente en el borde de la tela, un mono olfatea un clavel agarrando un cuenco de porcelana en equilibrio inestable sobre dos calabazas. Detrás de la mesa, una joven vestida con cierta suntuosidad (obsérvense la gorguera al cuello, la cofia de encaje y el elegante atuendo con las mangas que también lucen finos encajes), que lleva un frutero con higos en su mano izquierda, contrabalancea hábilmente la posición en el ámbito contrario y vuelve el rostro, inquieta por el travieso juego del macaco. Tan espléndido agrupamiento de productos del campo y su presencia sobre recipientes diversos supone uno de los logros más afinados del autor y el asunto, desde el doble punto de vista estético y descriptivo, es un pretexto para un despliegue de detalles, al cual mejor realizado, con las luces adecuadas y consiguiendo un efecto de calidades táctiles de soberbios resultados. Según Díaz Padrón, atendiendo a su estilo claramente influido por los ejemplos de Rubens, la pintura puede ser fechada entre 1610 y 1620, opinión que contradice Robels, que la cree más tardía, tal vez de los primeros años de la cuarta década del siglo XVII. En el inventario del Alcázar de 1636 consta registrada esta pintura en el Cuarto de Descanso del Rey (pieza grande antes del dormitorio de su Maj.d que es donde cena en el quarto bajo de Verano. Crawford-Volk, 1981, apéndice II, p. 526). En este inventario consta también como regalo del marqués de Leganés a Felipe IV. Sin embargo, el cuadro no le pudo haber pertenecido por mucho tiempo, ya que no consta en el primer inventario de la colección del aristócrata de 1630. En lo concerniente a interpretaciones probables de los motivos presentes, cabe pensar que el mencionado frutero con higos, en la mano de la señora, posiblemente hace referencia al amor que se realiza en matrimonio y fecundidad. El papagayo que picotea sobre una rama puede ser el pájaro del amor, pero también la maternidad (puede derivar originalmente de la simbología mariana del pájaro). Posiblemente el clavel, que es olfateado por el mono, puede ser aquí interpretado como símbolo de fecundidad y boda (comparar I. Bergstróm, Den symboliks nejlikan, Malmö, 1958). El príncipe Paul Galitzin poseyó una réplica reproducida al aguafuerte por Creux. La composición es similar, aunque su contenido es diferente, a la del lienzo La pescadería (National Gallery of Canada, Ottawa). También el modelo de la mujer se repite en la versión existente en Bruselas (Musées Royaux des Beaux-Arts). El éxito que obtuvieron las naturalezas muertas de Snyders, a partir de la segunda década del siglo XVII, pudo estar relacionado con las expectativas de recuperación económica que surgieron de la firma de la Tregua de los Doce Años en 1609, entre los Países Bajos españoles gobernados por los archiduques y las Provincias Unidas del norte. En una carta a su médico y amigo Johann Faber, escrita en abril de 1609, Rubens decía durante este periodo nuestro país volverá a florecer. Se trataba de una opinión generalizada, que la historia posterior no contradijo (Texto extractado de Luna, J. J.: De Tiziano a Goya. Grandes maestros del Museo del Prado, National Art Museum of China-Shanghai Museum, 2007, pp. 256-257).