Carlos II a caballo
1698. Bronce dorado, Madera, 65 x 27,5 cmSala 019
El rey Carlos II (1661-1700), último monarca español de la Casa de Austria, recibió esta obra de Giuseppe Archinto, que lo trajo de Florencia al ser nombrado Nuncio del Papa en Madrid. Figuraba en la biografía de Baldinucci sobre Foggini (Lankheit 1962, pp. 233-38), y fue identificada por Lankheist como la conservada en Madrid (Lankheit 1956, p. 190) que presenta un idealizado y joven monarca.
En origen tenía una base de ébano decorada con escudos y trofeos de guerra, y en las esquinas cuatro cautivos encadenados que “simbolizaban la Herejía”, (Fernández Bayton 1975, no 106, p. 150). Tras el incendio del Alcázar de Madrid en 1734, el dorado del grupo quedó muy afectado. No hay datos sobre lo sucedido con la decoración de la base, pero h. 1735 un documento del Archivo General de Palacio señalaba “[…] peana […] faltan los resaltos que tenía según el ymbentario antiguo” (AGP. leg. 768, exp. 10. Pascual 2009, p. 74). Poco después esta base fue sustituida por una peana de madera dorada al agua sobre bol rojo.
En el inventario del Palacio en 1789, aparecen dos entradas sin relación entre ellas: la no 831 referida al grupo ecuestre de Foggini “sobre una peana de madera dorada. Su autor el Caballero Bernino”, cuya atribución a Bernini desencaminó, desde entonces, a varios investigadores. Y la no 958 referida a “dos figuras de dos negros cautivos de dos pies; la una bien tratada y la otra solo puede servir para fundir” (Fernández Miranda 1988, pp. 86 y 99). Al Museo del Prado llegó el grupo escultórico algo antes de 1834, pero no llegó ninguna figura relacionada con la peana original.
Erróneamente se divulgó que el cautivo que mejor sobrevivió al incendio se encontraba en el Prado. En 1937 se publicó una imagen de un cautivo, atribuido a Leoni, que se ha querido relacionar con los del pedestal original, y equivocadamente decía que se encontraba en el Museo del Prado (Venturi 1937, p. 463). La foto, citada como de Ruiz Vernacci, en realidad estaba tomada por Jean Laurent en 1868-1869, y en el catálogo de obras del fotógrafo, quedaba indicado: “De propiété particulière […] no 251. Un esclave nègre, statuette en bronze” (Laurent 1872, p. 91-92) (Agradezco la ayuda de los Conservadores de fotografía histórica del I.P.C.E. Isabel Argerich y Carlos Teixidor). Por otro lado, se interpretó el texto en alemán publicado por Lankheit en 1962 y, en varias ocasiones, se citó erróneamente que Lankheit recordaba este cautivo en los almacenes del Museo del Prado, debido a una mala interpretación del citado texto. Lankheit solo señalaba que, gracias a las investigaciones que había iniciado previamente, pensaba que encontraría los esclavos en los almacenes del Museo del Prado [probablemente tras ver la foto publicada en 1937] pero el texto no dice que visitara el Museo (Agradezco a la Conservadora del Prado Gudrun Maurer su ayuda en la lectura del texto alemán).
En 2014 se limpió el bronce dorado al mercurio o “a fuego”, que presentaba capas oxidadas de antiguas protecciones, un minucioso trabajo realizado por Elena Arias que permite, además, apreciar el grupo en su posición correcta, pues estaba vencido hacia delante. Se fundieron por separado el caballo y la figura del monarca, y señala Arias que “El rey está realizado en dos piezas, cabeza y cuerpo […] Se trata de un dorado de muy alta calidad […] se encuentra una proporción de mercurio en torno al 10”% (Arias 2015, pp. 253-254).
Azcue Brea, Leticia, 'Giovan Battista Foggini. Ritratto equestre di Carlo II, re di Spagna, 1698' En:. Plasmato dal fuoco: la scultura in bronzo nella Firenze degli ultimi Medici, Firenze musei; Sillabe, 2019, p.248-245 nº.61