Cuaderno italiano II
1762. Lápiz negro, Pluma, Sanguina, Tinta parda sobre papel verjurado, ahuesado, 168 x 120 mm.Durante su segunda estancia en Roma (1758-1764) Castillo realiza los centenares de dibujos que forman los tres cuadernos del Museo del Prado, que constituyen el conjunto más numeroso de dibujos que se conservan de un pensionado español del siglo XVIII en Roma. Dibujados en un espacio de tiempo muy corto, comprendido entre el verano y el otoño de 1762, se deducen las fechas claramente de las páginas iniciales personalizadas por el artista. La técnica empleada está basada en el lápiz negro y la sanguina, utilizadas de manera exclusiva o en combinación, empleándose la sanguina generalmente para retocar el primer apunte a lápiz negro. Repasa numerosos bocetos a pluma, con tinta de bugalla y, en dibujos de mayor esmero, trabaja también con el pincel. Se trata de un conjunto de apuntes tipo ricordi. La mayoría corresponde a apuntes parciales de las obras estudiadas, recopilados para su futuro profesional. Por ello da mucha importancia a imágenes de vírgenes y santos, y escenas sencillas y de carácter devocional, es decir, elementos iconográficos funcionales, para los que siempre podría llegar el momento de ser reaprovechados (Texto extractado de Reuter, A. en: Roma en el bolsillo. Cuadernos de dibujo y aprendizaje artístico en el siglo XVIII, Museo Nacional del Prado, 2013, pp. 25-26).