Cupido sin alas
25 a.C. - 15. Bronce.Sala 072
Versión clasicista de época augustea de un Eros tardohelenístico fechado hacia el año 100 a. C., que llevaba en cada mano una antorcha metálica hoy perdida. Es un ejemplo de los llamados “sirvientes mudos”. En este caso Cupido iluminaba, tal vez, el dormitorio de la mansión de un romano de la clase acomodada.
Pese a que una restauración moderna haya modificado la actitud de las manos, parece evidente que el objetivo de esta figura era el de sostener una antorcha. Formaba parte del lujoso ajuar de una morada augustea y, en consecuencia, carecía de todo trasfondo religioso. Este carácter meramente decorativo permite explicar que Cupido o Eros carezca de sus alas características. Nadie, sin embargo, debía engañarse acerca de su correcta identificación: los ciclos de Baco y de Venus eran los preferidos en los adornos domésticos, y la actitud ligera de la estatua, propia de un genio volador, constituye un elemento iconográfico definitivo. Por lo demás, es muy probable que nos hallemos ante una copia más o menos libre de un original tardo helenístico: son varias las figuras, en terracota y otros materiales, que nos muestran figuras parecidas en torno al año 100 a.C. (Texto extractado de Elvira Barba, M.A.: Escultura clásica. Guía, Museo Nacional del Prado, 1999, p. 124).