Hipómenes y Atalanta
1636 - 1638. Óleo sobre lienzo, 181 x 220 cm.Hipómenes y Atalanta es uno de los episodios de amor que aparecen en este ciclo. La historia aparece en las Metamorfosis en el Libro X (560-707), donde Venus se la cuenta a Adonis en uno de sus paseos. La bella Atalanta había renunciado, por consejo del oráculo, a tener un marido que la privara de ser ella misma. De esta manera todos sus pretendientes debían tratar de vencerla en una carrera en la que los vencidos debían morir. Sin embargo Hipómenes, profundamente enamorado, pide ayuda a Venus la cual le ofrece tres manzanas de oro recogidas de la tierra de Chipre para arrojárselas a Atalanta y así poder vencer: "(...) entonces, al fin, el descendiente de Neptuno arrojó uno de los tres frutos de los árboles. La doncella quedó atónita y por el deseo de la brillante fruta afloja la carrera para recoger el oro que va rodando (...) la joven fue adelantada: el vencedor se llevó su premio".
Ésta y La caída de Ícaro (P01540) son las dos pinturas de historia conocidas de la mano de Jacon P Gowy. Las variaciones del lienzo con respecto al boceto original de Rubens son muy escasas, más allá de la expresión de algunos personajes y la columna de la derecha, de la cual vemos el remate en el lienzo y apenas en el boceto, conservado en la actualidad en la colección de Mrs. Henri Heugel de Paris.
En cuanto a la firma S. Alpers, autora del único estudio completo del encargo de Rubens para la Torre de la Parada hasta la fecha, dice que la manera en la que aparece el nombre no se corresponde con la otra supuesta firma del otro lienzo del mismo autor. Es probable que tanto la firma de Hipómenes y Atalanta como las de La apoteosis de Hércules (P1368) y La caída de Faetón (P1345) bien podrían haberse escrito en Madrid tras la llegada de las piezas. Esto podría corroborarse con una carta escrita por el Cardenal Infante Fernando, hermano de Felipe IV y gobernador de Flandes en el momento de la realización del encargo, cuando le dice al monarca: "Aquí vuelvo a V.M. la memoria original que vino de ahí con los nombres de los pintores que han hecho las pinturas de la mano de Rubens".
Los lienzos para la Torre de la Parada fueron realizados en torno a 1636-1638 aproximadamente, siguiendo la correspondencia entre el Cardenal Infante Don Fernando y su hermano el rey Felipe IV.
La decoración de la Torre de la Parada, en cuyo proyecto también participaron otros autores como Velázquez, fue el mayor encargo que Rubens recibió de Felipe IV. A partir de 1636 se enviaron desde Amberes a Madrid más de sesenta obras para esta casa de recreo situada en los montes del Pardo. La mayor parte de las escenas narraban las pasiones de los dioses, según fueron descritas en las Metamorfosis del poeta romano Ovidio y otras fuentes clásicas. Para llevar a cabo un proyecto tan amplio, Rubens realizó pequeños bocetos sobre tabla, donde capta la esencia moral de las historias y las actitudes de los personajes. Estos bocetos sirvieron de base para la elaboración de los lienzos definitivos.
El Museo del Prado conserva diez de los bocetos de Rubens, nueve de ellos donados en 1889 por la duquesa de Pastrana, y uno adquirido en el año 2000. El Prado también conserva la mayoría de los lienzos realizados a partir de los diseños de Rubens para la decoración de este lugar (muchos de los cuadros fueron pintados por otros artistas).
(Información revisada y actualizada por el Departamento de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte del Museo Nacional del Prado, 2014).