Jarrito de cristal con niño, sin asa
1550 - 1575. Cristal de roca / cuarzo hialino, Esmalte, Oro, Plata dorada. Sala 079BVaso compuesto por tres piezas de cristal de roca y dos guarniciones de plata dorada y parcialmente esmaltada, prácticamente igual al O75, aunque falto del asa. El cuerpo tiene forma globular y está formado por dos piezas ensambladas mediante una moldura, lisa la superior y con bajorrelieve de gallones helicoidales y dardos en la inferior. Un corto cuello une el pie redondo, y se completa con dos guarniciones superiores, en forma de cuello y tapa, en plata esmaltada, con diseño de lacerías en la que está embutido esmalte azul opaco. Forma parte de un conjunto de vasos que Alcouffe considera franceses, tanto en la talla como en sus monturas, datables todas en el tercer cuarto del siglo XVI, basados en modelos de los vasos ideados por Enea Vico publicados en 1543, y en otros grabados. En el robo de 1918 perdió las esculturas en forma de niño que decoraban la guarnición superior y hacían tanto de pico como de asa, así como los sobrepuestos de cartelas con rubíes y el remate en ramillete de flores que si conserva el vaso O75.
No se conserva ninguna imagen anterior al robo. Si, en cambio de la O75 que es práticamente igual, Juan Laurent y Minier, Vase, cristal de roche taillé et gravé, montures d’or et émail, XVIe siècle, règne de Henri III, hacia 1879, Museo del Prado, HF0835/47 (Arbeteta tiene presentado un texto sobre la revisión de la catalogación para su publicación).
El Tesoro del Delfín es un conjunto de vasos preciosos que, procedentes de la riquísima colección de Luis, gran Delfín de Francia, vinieron a España como herencia de su hijo Felipe V, primer rey de la rama borbónica española. Luis de Francia (1661-1711), hijo de Luis XIV y María Teresa de Austria, comenzó su colección tempranamente influenciado por su padre; la adquisición de obras se producía por diversas vías, desde regalos hasta su compra en subastas y almonedas. Al morir el Delfín, Felipe V (1683-1746) recibe en herencia un conjunto de vasos con sus respectivos estuches, que fueron enviados a España. En 1716 estaban en el Alcázar de Madrid, guardados en sus cajas, desde donde se trasladaron, en fecha posterior, a La Granja de San Ildefonso, lugar donde se citan a la muerte de Felipe V, conservados en la llamada Casa de las Alhajas. En 1778 se depositaron, por real orden de Carlos III, en el Real Gabinete de Historia Natural y continuaron en la institución hasta el saqueo de las tropas francesas en 1813. La devolución de las piezas se produjo dos años más tarde y con algunas pérdidas. Fue en 1839 cuando la colección llega al Real Museo, donde sufrió en 1918 un robo. Con ocasión de la Guerra Civil española fueron enviadas a Suiza regresando en 1939, con la pérdida de un vaso, desde entonces se encuentran expuestas en el edificio Villanueva.