La Crucifixión
1475 - 1485. Óleo sobre tabla, 100 x 71 cm. Sala 058Según el Evangelio de Juan (19, 34), la herida que muestra Cristo en el costado le fue infligida después de su muerte. Los dos ángeles, azules en su totalidad, son aparentemente querubines. San Juan Evangelista se adelanta para sostener a la Virgen dolorosa, quien, de rodillas y abrazando la cruz, tiene la boca muy cerca de la sangre que mana de las heridas de los pies de Cristo. Las tres mujeres de la derecha son probablemente las tres Marías: María Magdalena y las dos hermanastras de la Virgen, María Cleofás (Juan, 19, 25) y María Salomé (Marcos, 15, 40).
El cuadro se atribuye al Maestro de la Leyenda de santa Catalina, así llamado por las Escenas de la leyenda de santa Catalina (Bruselas, Musées Royaux des Beaux-Arts), y que trabajó en Bruselas entre 1475 y 1500 aproximadamente. Conocía bastante bien las obras de Van der Weyden y su taller, y tuvo acceso al archivo de dibujos, modelos, calcos y copias que guardaban el artista y sus descendientes.
Amplias zonas del cuadro que nos ocupa están tomadas de la Crucifixión con santos y donantes de Viena que se atribuye a Van der Weyden y que hoy está enmarcada en forma de tríptico, pero que al parecer era originalmente una sola tabla dividida en tres partes por marcos dorados pintados en trampantojo. El cuadro de Viena, fechable posiblemente hacia 1445, se menciona por vez primera en 1659 y los donantes que aparecen en él no han sido identificados. En nuestra obra, las figuras de Cristo, los dos ángeles en vuelo, san Juan y la Virgen, así como el paisaje que hay entre la cabeza de san Juan y el borde derecho, están copiados del cuadro de Viena, al mismo tamaño y con los mismos colores. La cabeza y gran parte del cuerpo de la María de la derecha, aunque no las manos, proceden de la Verónica que figura a la derecha en el cuadro vienés. El torso y las manos de la María que aquí está más cerca de la cruz proceden de la donante de la Crucifixión de Viena, mientras que el rostro y el cuello, aunque no el tocado, de esa misma María, están copiados de la mujer que aparece detrás de la cruz en el Tríptico de los Siete Sacramentos de Van der Weyden (Antwerp, Koninklijk Museum voor Schone Kunsten, 393, 394, 395). En la parte izquierda de nuestra Crucifixión, los edificios y el foso que hay bajo ellos están tomados del paisaje que se ve detrás de la Magdalena en la zona izquierda del cuadro de Viena. La cabeza, el tocado, el velo y las ropas de la María del centro se repiten en la Magdalena de la tabla central del Descendimiento de Colonia, tríptico que se atribuye asimismo al Maestro de la Leyenda de santa Catalina. Allí, el donante lleva sobre el brazo izquierdo una estola de canónigo, pero no se han identificado las armas, que están a sus pies. El tríptico de Colonia, pintado tal vez hacia 1480, se menciona por vez primera en 1884.
Al igual que este, nuestra tabla fue pintada sin duda por el autor de las Escenas de la leyenda de santa Catalina. Aunque, como hemos visto, la mayoría de las figuras y todo el paisaje se copiaron cuidadosamente de la Crucifixión de Viena de Van der Weyden, el estilo de este artista se pone claramente de manifiesto en la mujer que ocupa la parte inferior derecha de la composición. El autor de la obra debió de tener acceso a calcos de la Crucifixión de Viena y también a copias coloreadas, pues hasta los más mínimos detalles de las diminutas figuras del paisaje se reproducen fielmente. Aún no sabemos cómo se transfirieron a la tabla del Prado esos calcos, ni cómo se guardaban las copias coloreadas y cómo se utilizaban. También plantean cuestiones de este tipo la Piedad del Prado y la versión antes perteneciente a la colección Mangoni, cuyos paisajes se corresponden con exactitud tanto en su forma como en su colorido (Texto extractado de Campbell, L.; Pérez Preciado, J. J. en: Rogier van der Weyden, Museo Nacional del Prado, 2015, pp. 142-144).