La imposición de la casulla a san Ildefonso
Hacia 1600. Óleo sobre lienzo, 156 x 118 cmNo expuesto
La imposición de la casulla a san Ildefonso es un cuidado ejemplo de la producción religiosa de Sánchez Cotán, en donde plasma además un tema de larga tradición en la pintura española, y más específicamente toledana. De hecho, del propio pintor nos han llegado varios ejemplos. La obra ilustra la representación más habitual de la vida de san Ildefonso (607-667), arzobispo de Toledo y patrono de la ciudad. Como acérrimo defensor de la virginidad de María, san Ildefonso recibió de manos de esta una casulla.
La imagen del santo arrodillado, cubierto con alba -y en este ejemplar también con dalmática-, recibiendo de manos de María la casulla gloriosa, se completa con la representación de los ángeles y una incorporación muy divulgada en Toledo en la segunda mitad del siglo XVI: la anciana que sostiene la candela encendida que obtuvo mientras tuvo la fortuna de asistir al milagro y guardó después para la hora de su muerte. Así quedó fijado en una tradición local que recogió José de Valdivieso en su Auto de san Ildefonso de 1616, pero que indudablemente tuvo un origen anterior. En este caso, los definidos rasgos de la mujer nos llevan a pensar en un retrato. Este hecho y las dimensiones de la tela hacen suponer que la composición pudo responder a un encargo específico seguramente toledano.
La versión que del mismo tema se guarda en la cartuja de Granada, más allá de no incluir a la anciana, muestra notables diferencias con esta otra. Es una composición más monumental, con una iluminación muy contrastada y una paleta más saturada (Texto extractado de Ruiz, L. en: Donación Óscar Alzaga, Museo Nacional del Prado, 2017, pp. 26-29).