Muchacha sentada
1894. Carboncillo, Lápiz compuesto sobre papel verjurado, 551 x 463 mmNo expuesto
1894 fue para Miguel Blay un año de éxitos, en el que expuso en Barcelona y en Bilbao, entre otras ciudades, su obra Los primeros fríos. Disfrutó una parte del año en Olot y, echando de menos el ambiente parisino, volvió en julio de nuevo a la capital francesa para quedarse doce años, tras los cuales se instalaría en Madrid. Durante esos meses en su localidad natal tomó apuntes de manera muy realista, con dibujos como este, muy acabados, que no consta que tuvieran un destino preciso, sino que serían parte de su ejercitación constante como artista. No ha planteado una representación espacial que nos oriente sobre el lugar donde se encuentra y ha utilizado como mobiliario un sillón frailero muy similar al del monumento a Fontanella, presentado ese mismo año, que refuerza la actitud segura y franca de la sosegada joven, de mirada directa, que posa cómodamente en posición frontal. Se ha interesado, sobre todo, por reproducir los aspectos descriptivos, el detalle, el contraste de calidades, las telas sutiles y las transparencias (Texto extractado de Azcue, L.: Solidez y belleza. Miguel Blay en el Museo del Prado, Museo Nacional del Prado, 2016, p. 43).