Paisaje quebrado
1745 - 1750. Óleo sobre lienzo, 98 x 136 cm. No expuestoEsta obra aparece en el primer inventario del Museo. Muestra un paisaje con una profunda garganta, por la que discurre una corriente de agua, que salta una torrentera no muy elevada, cerrada a ambos lados por altos farallones rocosos; sobre el de la izquierda se alza una edificación de macizo aspecto, cuyos volúmenes sugieren el recuerdo del Palacio de Caprarola. En primer término, se ven distintos personajes que pescan, caminan o conversan, contrastando el reducido tamaño de sus figuras con la magnitud del ambiente natural que les rodea. El tema no es extraño a la manera de pintar de Vernet en su periodo italiano; así puede concluirse que se trata de una pieza de interes, todavía temprana en la producción del autor, quiza de la quinta década del siglo XVIII, tal y como se aprecia en lienzos de aquella etapa de su evolución. Su carácter entre realista y romántico permite observar los elementos que confluyen en la formación del artista y al tiempo prefigura el desarrollo posterior de su peculiar estilo (Texto extractado de Guía. Pintura europea del siglo XVIII, Museo del Prado, 1997, p. 122).
Vernet, que estudió y vivió en Roma entre 1734 y 1753, recrea con un sentimiento prerromántico la naturaleza grandiosa de los alrededores de la ciudad de Caprarola, situada en la ladera de los montes Ciminos, en el Lacio. Las actividades de los diminutos personajes, uno de los cuales está pescando, describen la vida pacífica del campo. En 1814 el cuadro decoraba la “pieza verde de chimenea” del Palacio Real de Madrid.