Paisaje
1858. Óleo sobre lienzo, 118 x 157 cm. Sala 063AEsta obra es una de las de mayor importancia en la producción entera de Luis Rigalt. Corresponde a su época de mayor calidad y es muy probable que, dadas sus dimensiones, las mayores en una obra conocida de Rigalt, y su ambición, formara parte de un envío de cinco paisajes a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1858 (números 153-157), en la que obtuvo una mención honorífica. En esa exposición figuró también otra de las obras que el Prado posee, Recuerdo de Cataluña (Paisaje) (P6652), con la que se relaciona por su concepción y factura.
La presencia de cierta teatralidad que magnifica los efectos abruptos del paisaje había sido común también a Jenaro Pérez Villaamil, que había sido profesor de Rigalt en Madrid, pero la ejecución de este artista está mucho más atenta a las calidades reales de los elementos del paisaje. Es cierto que la dedicación escenográfica del artista catalán en su primera época le hacía más proclive a resaltar los efectos de grandiosidad mediante la composición y, sobre todo, los contrastes de luz, como los que aquí aparecen, a consecuencia de la utilización de tonos muy oscuros para el primer término y de una luz muy clara para el cielo. Una adecuada restauración de la pintura, una vez ingresada en el Prado, ha permitido matizar mejor esos contrastes, que no llegan a impedir la graduada transición en profundidad desde el primer término con pequeñas figuras en un camino, junto a un curso de agua, y los distintos planos del fondo realzados por la disposición de las fortificaciones sobre las elevaciones del terreno.
Así, la obra mantiene una concepción todavía romántica del paisaje pero incorpora algunos aspectos de incipiente realismo, derivados de su decisiva visita, tres años antes, a la Exposición Universal de París de 1855, que le permitió conocer el paisajismo realista francés. La pintura, por su perfecta conjunción entre arquitectura y paisaje, por su riqueza de planos y por la precisión de dibujo y la sutileza de la iluminación desde el fondo, es muy representativa del mejor estilo de Rigalt (Texto extractado de J. Barón, Museo Nacional del Prado, Memoria de Actividades 2010).
Identificado con Montsegur (Francia). Población del Departamento de Ariège, al pie del monte Pog, donde se encuentran los restos del castillo de su mismo nombre levantado en el siglo XIII tras la derrota de los cátaros.