Retrato de muchacho
1893. Carboncillo sobre papel verjurado, 434 x 312 mm. No expuestoEstudio de cabeza infantil de un joven campesino olotense que lleva la característica barretina. Se trata de un dibujo de sombras intensas, de estilo austero y líneas claras y precisas. Muestra una gran seguridad en el trazo y un acusado sentido pictórico en el sombreado y el difuminado de la composición, dando muestra del valor del dibujo en su obra. Quizá podría identificarse con el joven que aparece en segunda línea, detrás de la figura del sacerdote, en el relieve titulado Dulce et decorum est pro patria mori, realizado en escayola en Olot durante el verano que pasó en su tierra, que fue su segundo envío como becario de la Diputación, hoy en el Museu d’Art de Girona. En él se representa una escena de la Guerra de la Independencia, en la que un defensor de la ciudad emite su último aliento acompañado por un clérigo y otros personajes afectados por la dramática escena. Blay hizo un apunte de un chico campesino con un cesto, que parece ser el mismo modelo que posó para este dibujo. Ambos forman parte de un conjunto que realizó tomando modelos de Olot (Texto extractado de Azcue, L.: Solidez y belleza. Miguel Blay en el Museo del Prado, Museo Nacional del Prado, 2016, p. 38).