Un faraón
130 - 140. Basalto negro, Mármol negro, 54 x 37 cmGalería Jónica Planta Principal Norte
Esta obra estuvo en la colección de Cristina de Suecia, más tarde en la Odescalchi, desde donde pasó a formar parte de la colección real española. Está documentada en el palacio de Baldasarre Odescalchi a través del inventario realizado por Baldassarre d´Erba en 1721, en la "Seconda Stanza della Fontana". Aparece recogida después en la "Lista de embarque" (1725) de las esculturas de Cristina de Suecia y Odescalchi, adquiridas por Felipe V e Isabel de Farnesio con la intermediación del cardenal Acquaviva. Las piezas fueron embaladas en cajas para su traslado por vía marítima desde Génova a España, recalando en el puerto de Alicante y siendo llevadas después al palacio de La Granja de San Ildefonso. La obra se registra en la "Nota delle casse che gli 2 di marzo de 1725 devono esser imbarcate” que contiene el elenco de las numerosas cabezas que integraban la coleccion, unas antiguas y otras modernas, pero de estilo clásico con algunos ejemplos representando figuras egipcias. Es el caso de la "N. 102. Cassa con 8 teste antiche fra le quali ù è la Testa Egizia". Esta "cabeza egipcia" es sin duda el busto de faraón de época romana, que corresponde a Cristina, 96: "Idolo di pietra paragone alto p(al)mi due e un quarto"; Odescalchi, 55: "Busto di donna di pietra durissima egizia,… con testa figurante un´idolo giovine coperta all´egizia"; Acquaviva: "Testa egizia, 60". En realidad, sólo una parte del busto -la zona superior de la cabeza, hasta los ojos y las mejillas- es antigua. Sin embargo, parece lógico pensar, por razones de estilo, que perteneciese al conjunto de esculturas de estilo híbrido egipcio-romano que aparecieron en el siglo XVII en la Villa de Adriano en Tívoli: estas piezas pertenecieron al cardenal Camillo Massimi y, a raíz de la almoneda que tuvo lugar tras su muerte, pasaron casi todas a la colección del marqués del Carpio. Únicamente esta cabeza fue adquirida por Cristina y, por tanto, se reintegró a su conjunto de origen más tarde, cuando ambas colecciones se reunieron en La Granja. El abate Ajelo identificó la presente pieza, al parecer, como lsis (la "estatua XIII" de su Saggio) y la hizo representar en el dibujo 13 de su "Cuaderno".
La pieza es difícilmente identificable por sus múltiples añadidos. Perteneció probablemente a la estatua de un faraón. Está cubierta por el típico velo nemes, del que sobresalen pequeños rizos por delante de las orejas. Los ídolos de la Villa Adriana siguen un estilo romano-egipcio de tipo ecléctico, que al parecer recurre a la escultura tardoegipcia del siglo IV a. C. Los rasgos estilísticos evocan la escultura egipcia de la época tardía, mientras que las formas corporales suaves que se traslucen bajo los finos ropajes, que contrastan de forma notable con los detalles lineares del ropaje, son rasgos típicos de la escultura tardoadrianea. Por lo demás, el lugar del hallazgo sugiere también una datación de finales de la época adrianea. El material en el que está tallada la obra se publicó como mármol nero antico por Schröder (2004: 455) (Schröder, S., Catálogo de la escultura clásica. Museo del Prado, 2004, pp. 455-463; Elvira Barba, M. A., Las esculturas de Cristina de Suecia. Un tesoro de la Corona de España, 2011, pp. 37-38 y 72).