Un racimo de uvas
1875. Óleo sobre lienzo, 41 x 33 cmNo expuesto
La pintora Joaquina Serrano firmó y fechó en 1875 este bodegón, heredero de la tradición barroca y del lenguaje de Juan Fernández el Labrador, que presentó un año después, junto a otras dos obras, a la Exposición Nacional de Bellas Artes. Aunque no resultaron premiadas, el 6 de julio de 1876 fueron adquiridas por el Estado, que pagó 250 pesetas por cada una de ellas y las destinó al Museo del Prado con el ánimo de alentar los progresos de la joven en la pintura. A sus diecinueve años, Joaquina –que acababa de ser nombrada además socia de mérito de la Asociación de Escritores y Artistas– había conseguido vender tres lienzos al Estado, hazaña que no volvería a repetir a pesar de concurrir a cuatro Exposiciones Nacionales más.
G. Navarro, Carlos, Invitadas. Fragmentos sobre mujeres, ideología y artes plásticas en España (1833-1931), Madrid, Museo Nacional del Prado, 2020, p.330 nº 90