Una ninfa en la fuente
1866. Mármol, 125 x 45 cm.Se trata de una elegante y reposada representación de una joven que se acerca a recoger agua de una fuente; premiada con la medalla de tercera clase en la Exposición Nacional de 1866 -certamen que se celebró con retraso y tuvo lugar en 1867-, fue adquirida por el Estado para el Museo del Prado por R.O. de 3 de mayo de 1867. Pasó al Museo de Arte Moderno, que la depositó en el Museo de Santa Cruz de Tenerife por R.O. de 18 de julio de 1908, depósito levantado definitivamente en 2007 para acometer su restauración. El modelo no sigue tanto los ejemplos de la estatuaria clásica que tenía tan cerca, sino tipologías francesas, y en particular de porcelana del siglo XVIII, del tipo de la Joven en la fuente, que recoge agua de una fuente con una venera, porcelana francesa de la fábrica Lecorney de la manufactura de Sèvres. Al ser un tema de tipo anecdótico tuvo un gran éxito popular, con un elegante estudio anatómico del cuerpo desnudo, tocada con dos grandes hojas de laurel, y sosteniendo en la mano, hoy perdida, una concha. La crítica española fue desigual en su apreciación, y Reyero (2000, p. 301), que la define como de un clasicismo correcto, recuerda que, de manera inusual se presentó en mármol y no en escayola como solía suceder, ya que los escultores no tenían medios para presentarlas en material definitivo. Muchos años después, en 1904, presentó otra versión del mismo tema, lo que indica el éxito del modelo de estilo neopompeyano, titulada Pompeyana en la fuente, una joven togada que se acerca a una fuente de tipo herma con una cabeza de sátiro (Texto extractado de Azcue, L.: "La escultura española hacia el cambio de siglo y algunos de sus protagonistas en el Museo del Prado: Felipe Moratilla y Agapito Vallmitjana". Del realismo al impresionismo. El arte en la segunda mitad del siglo XIX, 2014, pp. 369-371).